Normalmente, la orina no tiene un solo color. Su tono varía dependiendo de la cantidad de líquido que la persona consuma, de los alimentos que ingiera o si está consumiendo algunos medicamentos. Sin embargo, también es posible que sea señal de alguna enfermedad como diabetes, hepatitis e incluso cáncer.
En cualquier caso, es un elemento que se puede monitorear a simple vista, por eso es importante conocer qué es normal y qué no en la orina, y prestar atención a cualquier signo de alarma.
La producción y eliminación de la orina es fundamental para el correcto funcionamiento de todos los sistemas orgánicos. Tiene dos funciones: mantener el equilibrio de los líquidos en el organismo y retirar de la sangre las sustancias de desecho producidas por las células del cuerpo, según información de la revista Muy Saludable del Grupo Sanitas.
Según los especialistas, el color normal de la orina varía de amarillo claro a ámbar oscuro, y es el resultado de un pigmento llamado urocromo y de qué tan diluida o concentrada está la orina. El tono normal cambia según la cantidad de agua que la persona beba. El portal Medical News Today indica que si la orina está oscura podría indicar que no se están consumiendo suficientes líquidos.
El color de la orina puede variar dependiendo de la condición médica del paciente. Es posible que el tono sea amarillo, naranja, azul verdoso, café o rojo, según el portal Tu Canal de Salud, de España.
Orina y diabetes
Cuando una persona es diabética, el color de su orina puede ser turbio. Esto se debe a que se acumula demasiado azúcar en la orina. Además del color, el olor también varía y se vuelve dulce o afrutado. Asimismo, esta enfermedad puede provocar complicaciones renales o aumentar el riesgo de infecciones del tracto urinario, las cuales también ocasionan que la orina se vea turbia.
El portal Salud Digital explica que en las personas con diabetes, el cuerpo no produce suficiente insulina o no puede utilizar eficazmente la que produce, lo que provoca niveles anormalmente altos de azúcar sanguínea. La insulina es la hormona que se encarga de permitir que la glucosa ingrese a las células, las cuales la convierten en energía. Cuando esto no ocurre, esta sustancia se acumula en la sangre generando complicaciones de salud.
Para algunas personas, la orina turbia es el primer signo de diabetes, por ello se debe consultar al médico con el fin de determinar la condición e iniciar un tratamiento.
¿De qué otras formas se manifiesta la diabetes en la orina?
Esta enfermedad genera sed excesiva y el aumento de la orina. El exceso de azúcar en la sangre obliga a los riñones a trabajar con mayor eficacia y por más tiempo para filtrar y absorber el exceso de glucosa.
Cuando los riñones no pueden seguir el ritmo, el exceso de glucosa se excreta en la orina y arrastra los líquidos de los tejidos, lo que genera deshidratación. Esto, por lo general, provoca sed y a medida que la persona bebe más líquidos para saciar la sed, orinará más.
Según la National Kidney Foundation, aproximadamente el 30 % de las personas con diabetes tipo 1, y entre el 10 y el 40 % de las que tienen diabetes tipo 2, eventualmente experimentarán insuficiencia renal.
Igualmente, la diabetes puede aumentar el riesgo de tener infecciones del tracto urinario (ITU), especialmente en las mujeres. Esto se debe a que los niveles altos de glucosa dificultan que el cuerpo combata las infecciones.
Es posible que este padecimiento haga que la orina se vea turbia debido a la presencia de glóbulos blancos que el cuerpo envía para combatir la infección.
Para evitar todas estas complicaciones de salud y prevenir la aparición de diabetes, es importante que las personas lleven una dieta saludable, realicen actividad física de manera regular, mantengan un peso corporal adecuado y eviten el consumo de tabaco.
A esto se deben sumar los medicamentos, exámenes y tratamientos regulares para el manejo de las complicaciones de salud cuando la enfermedad ya es inminente, concluye la Organización Panamericana de la Salud.