La llegada del SARS-CoV-2 al mundo ha sido devastadora. El mundo ya superó las más de 5,2 millones de defunciones a causa de esta enfermedad y más de 267 millones de casos confirmados de la covid-19, de acuerdo con la información provista por la Universidad Johns Hopkins.

Lo anterior, sin contar las distintas variantes que se han detectado, cada una causando incertidumbre y prevención a su tiempo. Lo que en principio se consideró como una gripa, luego terminó siendo una patología con complicaciones severas para el sistema respiratorio, provocando neumonías severas y la muerte en el peor de los casos.

A raíz de la llegada del coronavirus y la batalla que han librado millones de personas en el mundo al interior de una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), se avivó el interés por tener un sistema inmunológico eficiente que, si bien es válido aclarar no es garantía de que las personas puedan evitar contagiarse de la covid-19, sí ayuda para que los efectos de la misma no sean de alto calibre en el organismo.

Eso ha llevado a muchos a preguntarse cómo robustecer ese batallón de células que luchan contra gérmenes invasores como el que creó la pandemia mundial. En el caso de presentarse un déficit o falta de algún nutriente, el sistema inmunológico verá disminuida su capacidad de defender. Como es de amplio conocimiento, una dieta equilibrada y saludable aporta numerosos beneficios para el ser humano, entre ellos, el fortalecimiento del sistema inmunológico, aportando defensas al cuerpo.

Los expertos apuntan a que es ideal una alimentación que incluya todos los grupos de alimentos, es decir, frutas y verduras, cereales, legumbres, carnes y lácteos. Además, recomiendan mezclar alimentos de distintos colores porque de este modo la persona asegura que toma diferentes tipos de nutrientes. Cuantos más colores haya, más nutrientes va a tener un plato y si son frescos aún mejor.

No es claro que la vitamina C ayude a proteger de las gripas, pero algunos creen que una vez comienza la infección favorece que la fase de síntomas desaparezca pronto porque las células inmunes necesitan altas dosis de esta sustancia.

El portal de estilo de vida y nutrición Healthline explica que la inflamación es una respuesta del organismo a altas concentraciones de estrés o una lesión provocada, no obstante, si esa inflamación llega a ser crónica, puede suprimir el sistema inmune. En torno al estrés y la ansiedad, los especialistas recomiendan tener control, pues entre mayores sean sus niveles, pueden afectar la salud inmune. La meditación, el yoga y hacer ejercicio son algunas de las actividades que pueden ayudar a combatir estas dos patologías.

Por su parte, MedlinePlus, un servicio de información en línea provisto por la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, explica que el ejercicio ayuda a disminuir las probabilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares y a mantener los huesos sanos y fuertes. Sumado a lo anterior, explica que si bien hasta la fecha “no se sabe exactamente si el ejercicio incrementa la inmunidad contra ciertas enfermedades o cómo lo hace. Existen varias teorías”.

En palabras de MedlinePlus, algunas de estas teorías incluyen:

  • La actividad física puede ayudar a eliminar bacterias de los pulmones y las vías respiratorias. Esto puede reducir las probabilidades de contraer un resfriado, gripe u otras enfermedades.
  • La elevación breve de la temperatura corporal durante e inmediatamente después del ejercicio puede impedir el crecimiento bacteriano. Esta elevación en la temperatura puede ayudarle al cuerpo a combatir mejor una infección. (Esto es similar a lo que sucede cuando usted tiene fiebre).

Así como destaca que el ejercicio le hace bien a la salud, también advierte que las personas no se deben exceder haciéndolo con el único objetivo de incrementar la inmunidad. “Las personas que ya realizan ejercicio no deben ejercitarse más solo para incrementar su inmunidad. Los ejercicios pesados y prolongados (como correr una maratón y el entrenamiento intenso en el gimnasio) podrían realmente causarle daño”, afirma.

Según el servicio de la biblioteca estadounidense, varios estudios han demostrado que llevar a cabo un estilo de vida “moderadamente activo” pueden tener mejores beneficios para su salud, entre ellos, fortalecer el sistema inmunológico.

Un programa moderado incluye:

  • Montar en bicicleta en familia algunas veces a la semana.
  • Hacer caminatas diarias de entre 20 y 30 minutos.
  • Jugar golf de manera regular.