La flora intestinal, también conocida como microbiota, “es un conjunto de microorganismos que viven en perfecta simbiosis” dentro del intestino, pero que beneficia al cuerpo, en general, según información de los laboratorios del portal Cinfasalud, de España.
“Está compuesta por aproximadamente cien billones de bacterias beneficiosas, una cifra diez veces mayor que el número de células presentes en nuestro cuerpo. Estas bacterias pertenecen a entre quinientas y mil especies diferentes, y el 95 % de ellas vive en el colón”, precisó la fuente citada.
A su vez, algunas de las funciones esenciales que cumplen las bacterias ”buenas” que habitan dentro de la flora intestinal son proteger y defender al cuerpo de virus y enfermedades. Otras que también se destacan son:
- “Favorece la síntesis de compuestos como las vitaminas, entre ellas la K y las del grupo B; facilita la absorción de calcio y hierro en el colon, y favorece el movimiento intestinal.
- Este conjunto de bacterias activa y fortalece el sistema inmunológico, aumentando nuestras defensas frente a las infecciones bacterianas y víricas”.
En pocas palabras, la flora intestinal es la encargada de asegurar el correcto funcionamiento del sistema digestivo, así como de colaborar en la producción de vitaminas y la correcta absorción de minerales.
Por su parte, el sitio web Biomes precisó que el 85 % de las bacterias existentes en el organismo son “buenas” y hacen parte de la microbiota o flora intestinal. Sin embargo, el 15 % faltante hace parte de las “llamadas bacterias putrefactas que, aunque suene mal, no pueden hacer daño mientras sean minoría”.
“El problema estriba en que si no sigues una dieta equilibrada y consumes demasiado azúcar, carne o comida preparada estás generando un auténtico paraíso para las bacterias putrefactas que empezarán a multiplicarse como locas”, agregó la fuente citada.
Alimentos que fortalecen la flora intestinal
Entre los alimentos más recomendados está el kéfir y el yogur natural, dos productos que contienen decenas de microorganismos beneficiosos, entre ellos las cepas bacterianas Lactobacillus, Bifidobacterium y Saccharomyces kefir.
Las bacterias benéficas que contienen estos dos alimentos actúan equilibrando la flora intestinal, promoviendo el buen funcionamiento del intestino e inclusive puede utilizarse para mejorar y ayudar en el tratamiento de algunas enfermedades gastrointestinales, como síndrome de intestino irritable, enfermedad de Crohn y las úlceras.
“El yogur y el kéfir son alimentos probióticos y, por lo tanto, contienen bacterias vivas que consumimos al ingerirlos. Si terminan en tus intestinos, irán directos al trabajo, desplazando a las bacterias malas”, agregó Biomes.
¿Qué diferencias hay entre el kéfir y el yogur?
En el proceso del yogur únicamente ocurre una fermentación láctica, mientras que el kéfir provoca una fermentación lacto-alcohólica y carbonatada de la leche.
El contenido de alcohol del kéfir no suele superar el 1 %, una cantidad insignificante (salvo que se tenga un problema grave de hígado y no se deba probar ni una gota). Además, tiene mayor variedad de microorganismos probióticos, algunos de ellos compartidos con el yogur. Este último suele aportar solo un tipo de bacilos o bacterias.
El yogur es más suave que el kéfir, cuya acidez se puede aligerar dejando la leche menos tiempo en contacto con el kéfir.
Referencias
Diez remedios caseros para recuperar la flora intestinal - Sitio web Biomes.
¿Qué es la flora intestinal? - CinfaSalud, laboratorios sobre temas de salud, de España.