Las venas varicosas (várices) son venas hinchadas, retorcidas y dilatadas que se pueden ver bajo la piel. Con frecuencia, son de color rojo o azul y generalmente aparecen en las piernas, pero pueden presentarse en otras partes del cuerpo, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Son comunes, pero afectan más a las mujeres que a los hombres y no causan problemas para la mayoría de las personas. Sin embargo, si el flujo de sangre a través de las venas empeora, pueden presentarse problemas como hinchazón y dolor en la pierna, coágulos sanguíneos y cambios en la piel.
Asimismo, los factores de riesgo incluyen: edad avanzada, ser mujer (los cambios hormonales por la pubertad, el embarazo y la menopausia pueden conducir a las venas varicosas. Además, píldoras anticonceptivas u hormonoterapia puede aumentar el riesgo), nacer con válvulas defectuosas, obesidad, embarazo, antecedentes de coágulos sanguíneos en las piernas, estar de pie o sentado por largos períodos o antecedentes familiares de venas varicosas.
Sobre la misma línea, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación reveló en su portal web que las venas varicosas pueden no causar ningún dolor, pero algunos signos de que la persona puede tener venas varicosas son los siguientes: venas que son de color púrpura o azul oscuro, y venas que aparecen retorcidas y sobresalen. A menudo son como cordones en las piernas.
De hecho, explicó que cuando se manifiestan signos y síntomas dolorosos estos pueden comprender lo siguiente: una sensación de dolor o de pesadez en las piernas; ardor, pulsación, calambres musculares e hinchazón en las extremidades inferiores; empeoramiento del dolor después de estar sentado o de pie durante mucho tiempo; picazón alrededor de una o de más venas, y decoloración de la piel alrededor de una vena varicosa.
Por tal razón, la biblioteca reveló que el mejor tratamiento para tratar la pequeñas venas várices es la escleroterapia, ya que se inyecta agua salada (una solución salina) o una solución química en la vena varicosa y la vena se endurecerá y luego desaparecerá.
No obstante, enumeró otros tratamientos y señaló que también puede utilizarse tratamiento con láser en la superficie de la piel. Unas pequeñas ráfagas de luz harán que las pequeñas venas varicosas desaparezcan.
Otra recomendación es la flebotomía para trata las venas varicosas superficiales. Se realizan cortes muy pequeños cerca de la vena dañada. Luego se retira la vena. Un método utiliza una luz por debajo de la piel para guiar el tratamiento.
Esto puede realizarse junto con otros procedimientos, como la ablación que utiliza calor intenso para tratar la vena. Existen dos métodos. Uno utiliza energía de radiofrecuencia y el otro utiliza energía de láser.
De todos modos, se debe consultar a un experto de la salud para que sea este quien indique cuál es el mejor tratamiento para cada persona.
Por su parte, la biblioteca reveló otras medidas de cuidados personales para ayudar a manejar las venas varicosas:
- Usar medias de descanso para disminuir la hinchazón. Ellas suavemente comprimen las piernas para hacer subir la sangre.
- No sentarse o estar de pie por períodos prolongados. Incluso mover ligeramente las piernas ayuda a que la sangre circule.
- Levantar las piernas por encima del nivel del corazón tres o cuatro veces al día durante 15 minutos a la vez.
- Atender las heridas si tiene úlceras abiertas o infecciones y el médico puede mostrar cómo hacerlo.
- Si la persona tiene la piel seca o agrietada en las piernas, el hecho de humectarlas puede ayudar. Sin embargo, algunos tratamientos para el cuidado de la piel pueden empeorar el problema. Por tal razón, hay que hablar con el médico antes de usar cualquier tipo de lociones, cremas o ungüentos antibióticos y que este sea el que le indique lo mejor.