Millones de personas en el mundo se congregan este Viernes Santo en iglesias católicas u otros espacios religiosos para celebrar esta fecha que parte del Triduo Pascual, día en que se recuerda la pasión y la muerte de Jesús de Nazaret en la cruz, según la Biblia.
Durante el Viernes Santo, los católicos recuerdan la crucifixión de Jesucristo, quien fue condenado a ser colgado en la cruz en el monte Gólgota en Jerusalén, luego de ser capturado por los soldados romanos.
En tal sentido, este día se considera de luto y penitencia, y algunas personas guardan ayuno, acuden a las procesiones que programa la Iglesia católica, entre estas, el viacrucis, en el que se celebra la Pasión de Cristo.
Teniendo en cuenta el valor que representa este día para el catolicismo, en las iglesias no llevan a cabo eucaristías comunes y, por el contrario, celebran la liturgia de la pasión del Señor.
En las sagradas escrituras recuerdan que el viernes fue el día en el que Judas Iscariote entregó a Jesucristo a los romanos, por lo que este fue apresado y llevado ante Poncio Pilatos, quien, por ese entonces, era el prefecto de la provincia de Judea.
Una vez puesto ante el líder romano, este escuchó que la multitud clamaba por la muerte de Jesús, así que decidió poner a consideración del pueblo la vida del Mesías y la de Barrabás, un hombre que había sido apresado por haber participado en un motín en el que se había cometido un homicidio.
La gente, a gritos, eligió que se liberara a Barrabás y que Jesucristo fuera condenado, por lo que Poncio pudo “lavarse las manos” de la condena al “hijo de Dios”.
Luego de su proceso, los soldados romanos le quitan la ropa a Jesús, le ponen la corona de espinas y lo obligan a cargar la cruz en su espalda ante la multitud, que lo escupe durante su procesión. Una vez llega al monte Gólgota, Jesucristo es crucificado junto a dos ladrones: Dimas y Gestas.
La Biblia también cuenta que, horas después, Jesús murió en la cruz, lo que generó que el cielo se oscureciera y que hubiera un terremoto en todo el mundo. Luego, José de Arimatea reclamó su cuerpo a Poncio Pilato, quien se lo entregó para realizar los rituales relacionados con la muerte.
De este modo, José cubrió el cuerpo del Mesías con una manta y lo llevó a una cueva, que fue sellada con una piedra, de la que, según las escrituras, salió resucitado.
Vale destacar que desde el siglo II, después de Cristo, se organizó la Semana Santa como la conmemoración del Triduo Sagrado: la pasión, la sepultura y la resurrección del Señor. El nuevo calendario litúrgico instituyó la Semana Santa, destinada a recordar la pasión de Cristo, a partir de su ingreso a Jerusalén.
Para muchos, el Domingo de Resurrección es el día más importante de la Semana Santa, ya que es el día de la pascua, de la resurrección y de la vida cristiana.