Pocas partes del cuerpo son tan imprescindibles para la vida humana como lo son los riñones, los cuales forman parte del selecto grupo de órganos vitales para la supervivencia, junto al corazón, el cerebro, los pulmones y el hígado.
No es para menos, la función de los riñones es esencial para mantener el organismo en buen estado, ya que permiten la eliminación de desechos que se acumulan en el torrente sanguíneo, así como los excesos de líquidos en el cuerpo. Entre otras tareas, estos órganos ayudan a regular los niveles de minerales y otros compuestos en el organismo.
Por ello, se insta a las personas a mantener hábitos de vida saludables que propicien el buen estado de cada uno de los sistemas que permiten realizar procesos vitales, como sucede con los riñones. Aspectos como la alimentación, la actividad física y los patrones de consumo de sustancias como el alcohol o el tabaquismo influyen significativamente en la salud renal y el bienestar en general.
Una práctica que puede contribuir a reducir el riesgo de padecer afecciones que pongan en riesgo la buena salud es la ingesta regular de agua. Cabe resaltar que este líquido es esencial para el organismo, representando hasta el 80 % del peso del cuerpo humano.
Como es bien sabido, la deshidratación, en cambio, puede conducir a dificultades serias para el funcionamiento del aparato respiratorio, digestivo, circulatorio y desmejora el estado físico. Según el portal de la institución médica Mayo Clinic, “cada célula, tejido y órgano del cuerpo necesita agua para funcionar correctamente”.
En este sentido, la recomendación principal es procurar conservar los niveles adecuados de agua en el cuerpo, sin irse a los extremos. La clave para ello está en recompensar los líquidos que se pierden cada día al sudar, ir al baño y respirar.
El referido portal indica que una cantidad ideal podrá ser, en promedio, 3,7 litros para los hombres y 2,7 litros para las mujeres, a diario.
Precisamente, el Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales de EE. UU. resalta que hidratarse correctamente puede disminuir las probabilidades de desarrollar afecciones como los cálculos renales, una condición en ocasiones dolorosa debido a que consiste en la formación de piedras en los riñones.
La explicación de esto, añaden, es que la ingesta de líquidos contribuye a facilitar el mecanismo de limpieza de los riñones, favoreciendo la filtración de los minerales y la dilución de la orina.
¿Pero qué se recomienda beber? ¿Todas las aguas son buenas? Al respecto, los expertos han sugerido que el agua no es el único líquido bueno para el organismo. Los jugos a base de frutas, sobre todo las cítricas, han demostrado tener sus beneficios para la salud renal, como destacan desde la entidad.
También hay estudios que han buscado diferenciar entre las propiedades del agua mineral y el agua natural para el cuidado de los riñones. Lo primero que hay que decir sobre este punto es que el agua mineral no representa ningún riesgo para la salud y, por el contrario, puede tener cualidades bondadosas para el cuerpo.
Los avances de una investigación recogida por la Asociación Española de Urología, publicados por el portal de difusión médica Infosalus, señalan que el agua mineral puede ser una alternativa para incluir en la dieta y mantener la cantidad de líquidos en el cuerpo en niveles adecuados, propiciando la buena hidratación y sin deteriorar la salud renal.
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Hay que precisar que igual de importante es elegir el tipo de agua mineral más idóneo para los riñones. Para entender este punto, desde el portal Consumer aclaran que existen tres niveles de mineralización; estos son: muy débil (hasta 50 mg de minerales por litro), débil (hasta 500 mg) y fuerte (más de 1.500 mg).
Según sugiere la misma entidad, lo recomendado es consumir agua de mineralización débil por su facilidad para ser extraída del cuerpo y ayudar en la eliminación de desechos.