El pollo es un alimento que aporta proteínas, ácidos grasos monoinsaturados, ácidos grasos insaturados, fósforo, niacina y vitamina B6, según la Fundación Española de la Nutrición (FEN).
“El pollo es fuente de minerales como el fósforo, el cual contribuye al mantenimiento de los huesos y dientes en condiciones normales”, explicó la Fundación.
Además, la Federación de Avicultores de Colombia (Fenavi), indicó que el consumo de pollo se ha relacionado con varios beneficios para la salud, como, por ejemplo:
- “Control del peso y la obesidad: Múltiples estudios tanto observacionales como de intervención han demostrado que las dietas con mayor contenido proteico favorecen pérdida de peso que aquellas hipocalóricas, pero bajas en proteínas.
- Enfermedades cardiovasculares: Se ha demostrado que el sustituir el consumo de carne roja por carne blanca (pollo o pescado) disminuye la frecuencia de enfermedad coronaria”.
“La carne de pollo es una muy buena fuente de proteínas, con un perfil favorable de ácidos grasos y con un importante aporte de la mayoría de vitaminas y de importantes minerales. Además, es una carne de fácil tolerancia y digestión, de menor costo que otros tipos de carne y brinda beneficios en la salud humana”, señaló Fenavi.
Así las cosas, la cantidad de pollo que se puede comer diariamente es entre 200 y 400 gramos, y esta está disponible en el mercado durante todo el año.
Tipos de pollo
- Pollo industrial: se cría de forma intensiva en granjas industriales. Engorda rápidamente con piensos hasta alcanzar un peso de 1 kg aproximadamente. Su carne es blanquecina, más pálida que la del pollo de corral y de sabor menos intenso.
- Pollo industrial: se cría de forma intensiva en granjas industriales. Engorda rápidamente con piensos hasta alcanzar un peso de 1 kg aproximadamente. Su carne es blanquecina, más pálida que la del pollo de corral y de sabor menos intenso.
¿Cómo evitar el mal olor del pollo?
- Almacenamiento adecuado: Es importante guardar el pollo en el refrigerador a una temperatura segura (por debajo de 4 °C) y usarlo en los próximos días de comprarlo para evitar que se vuelva rancio.
- Eliminar las partes internas: En muchas oportunidades, el olor desagradable está relacionado con las vísceras; por ello, es mejor retirar estas partes antes de cocinarlo.
- Lavar el pollo adecuadamente: Antes de cocinar el pollo, se puede enjuagar bajo la corriente de agua fría para eliminar cualquier residuo, pero no es necesario remojarlo durante mucho tiempo, ya que esto podría propagar bacterias como la salmonela por todas partes.
Referencias
- Pollo - Fundación Española de la Nutrición.