La Organización Mundial de la Salud insiste en la importancia de tener una alimentación equilibrada, para evitar la malnutrición y el desarrollo de diferentes enfermedades.

De acuerdo con esta entidad una dieta sana incluye: “Frutas, verduras, legumbres (tales como lentejas y alubias), frutos secos y cereales integrales (por ejemplo, maíz, mijo, avena, trigo o arroz moreno no procesados) y al menos 400 g (o sea, cinco porciones) de frutas y hortalizas al día (2), excepto papas, batatas, mandioca y otros tubérculos feculentos”.

El tomate es una fruta saludable para incluir en la alimentación diaria. Algunos lo utilizan en la preparación de ensaladas, platos con carnes, etc. Además de proteger la vista, cuidar la piel y evitar el estreñimiento es “Rico en licopeno, un antioxidante más potente que la vitamina E. Además el tomate contiene otros carotenos lo que lo convierte en un poderoso antioxidante que cuida nuestro organismo”, indica el portal web La Vanguardia.

La Vanguardia señala el contenido nutricional del tomate:

Calorías 22

Proteínas 1g

Grasas totales 0,11

Hidratos de carbono 3,5

Fibra (g) 1,4

Agua (g) 94

Calcio (mg) 11

Hierro (mg) 0,6

Magnesio (mg) 10

Zinc (mg) 0,22

Sodio (mg) 3

Potasio (mg) 290

Fósforo (mg) 27

Vitamina B6 (mg) 0,11

Vitamina C (mg) 26

Vitamina E (mg) 1,2

El tomate es un alimento muy común en la despensa familiar. Se caracteriza por ser versátil y ser un ingrediente principal en la preparación de diferentes platos. Pueden encontrarse de diferentes tamaños. Asimismo, también hay otro alimento con características similares: el tomate de árbol.

El tomate de árbol es un alimento que se diferencia fácilmente del tomate “normal” debido a que su forma es más ovalada y delgada. Además, tiene una tono más claro y posee una pequeña rama. También es saludable para el organismo y puede consumirse en su estado original o prepararse como jugo.

“Uno de los grandes beneficios del tomate de árbol es su capacidad para reducir el colesterol alto debido a su gran aporte de fibra soluble, que favorece la absorción y eliminación de grasas a través de las deposiciones, mejorando notablemente la condición de pacientes con LDL elevado”, resalta Mundo Deportivo, en su sección de Salud.

Mejor con Salud menciona el contenido nutricional de este fruto:

  • Energía: 36 kilocalorías.
  • Proteína: 1,8 gramos.
  • Grasas: 0,5 gramos.
  • Carbohidratos: 4,3 gramos.
  • Fibra: 3,6 gramos.

Recomendaciones para conservar los tomates

Es importante conservar los alimentos correctamente para su posterior consumo. Esto es clave para evitar intoxicaciones y afectaciones a la salud por comer comida contaminada o dañada. “Los consumidores, como eslabón final de la cadena, tienen la responsabilidad de velar que la preservación y/o almacenamiento y preparación sean idóneos, de modo que el alimento a ser consumido no presente riesgo para la salud”, explica el Ministerio de Salud de Colombia.

El sitio web Directo al Paladar señala algunos puntos clave que se deben tener en cuenta al momento de elegir y guardar los tomates para su consumo posterior.

  • Al escoger los tomates se deben tener en cuenta aquellos que tienen un buen punto de maduración para consumir inmediatamente.
  • En caso de que no se vayan a comer los tomates el día que son comprados, si están maduros, deben guardarse en la nevera en un zajón de vegetales. El tomate debe estar alejado de productos que emitan etileno.
  • Cuando los tomates están a temperatura ambiente se debe observar cuando estén maduros para llevar a la nevera, pues el calor los hace madurar rápidamente.
  • Antes de consumir los tomates se deben sacar de la nevera con tiempo anticipado para que obtengan una temperatura natural y puedan ser preparados.