Con los años, la fortaleza de los huesos tiende a deteriorarse, debido a la edad, los malos hábitos alimenticios, la falta de actividad física regular, así como por diversos factores genéticos.
De acuerdo con el Centro Nacional de Recursos sobre Osteoporosis y Enfermedades Óseas relacionadas, que hace parte de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, el cuidado de los huesos es vital para el ser humano, puesto que estos son los encargados de darle soporte, movilidad y protección al organismo. Asimismo, los huesos guardan minerales necesarios para el correcto funcionamiento del cuerpo como el calcio y el fósforo.
Por ello, resulta primordial conocer las posibles afecciones que pueden deteriorar la salud ósea y cómo tratarlas adecuadamente.
¿Cuál es la enfermedad que ablanda los huesos del cuerpo?
La osteoporosis es una de las enfermedades óseas más conocidas, esta se caracteriza por debilitar los huesos y hacerlos más vulnerables a las fracturas. Sin embargo, no es la única condición que puede afectar la salud de estos.
Existe una enfermedad llamada Osteomalacia, la cual provoca el ablandamiento de los huesos. Según explican los expertos de Mayo Clinic, esta afección suele ser originada por un déficit de vitamina D, un nutriente esencial para la formación y fuerza de los huesos.
Esta condición puede conllevar a problemas en el crecimiento, cuando se presenta en la población infantil o joven, mientras que en la edad adulta tiende a aumentar las probabilidades de fracturarse.
Puesto que la falta de vitamina D en el cuerpo es la causa más común de esta afección. Desde la biblioteca sobre temas de salud Medline Plus, señalan que algunos factores pueden aumentar el riesgo de tener deficiencia de este nutriente, tales como:
- Vivir en regiones con poca exposición a la luz solar debido al clima.
- Permanecer durante largos periodos en el interior, bien sea por condiciones de salud particulares, alguna clase de encierro o porque trabajan en el interior durante las horas del día.
- Cubrir la mayor parte de la piel con las prendas de vestir.
- Las personas con pigmentación oscura de la piel son más propensas a presentar deficiencia de vitamina D.
- Utilizar un protector solar demasiado fuerte.
- Otros aspectos que pueden dificultar la absorción de vitamina D son la intolerancia a la lactosa, llevar una dieta vegetariana o haberse sometido a una cirugía de bypass gástrico.
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Síntomas
“En muchos casos el paciente se encuentra asintomático a pesar de padecer la enfermedad, mientras que en otros puede llegar a experimentar mucho dolor. Las manifestaciones clínicas, analíticas y radiológicas de este proceso son variables y pueden confundirse con otras enfermedades, especialmente con la osteoporosis, que es una enfermedad sistémica del esqueleto”, explica la Sociedad Española de Medicina Interna.
Como precisa Mayo Clinic, la osteomalacia suele no provocar ninguna molestia durante la etapa temprana; sin embargo, a medida que se agudiza puede generar malestares como el dolor óseo o la debilidad muscular. Es por ello que para un correcto diagnóstico, y a tiempo, es importante realizarse chequeos médicos constantes y, en caso de ser posible, puesto que para identificar esta afección hacen falta pruebas de diagnóstico como los rayos X.
Los dolores causados por esta enfermedad tienden a aparecer con mayor frecuencia en la zona lumbar, la pelvis, las caderas, las costillas y en los miembros inferiores. En esta misma línea, indica Mayo Clinic, la osteomalacia afecta el tono muscular y debilita las piernas, por lo que puede conllevar a cambios en las formas de caminar.
¿Cómo tratarla?
La manera más responsable y segura de tratar esta enfermedad y aliviar las molestias que genera es consultar con un profesional de la salud, que realice el diagnóstico adecuado y señale un plan de acción de acuerdo con cada caso particular.
Entre algunas recomendaciones que pueden mejorar la calidad de vida de las personas que padecen esta enfermedad, el blog de salud de Sanitas enlista: incrementar la ingesta de alimentos ricos en vitamina D y calcio, así como aumentar la exposición controlada a la luz solar. De ser necesario, y siempre bajo la supervisión de un médico, agregar suplementos dietarios a la alimentación diaria.
Otro consejo es prevenir al máximo las caídas u otras circunstancias que pueda conducir a fracturas, puesto que los huesos son más vulnerables a este daño. También se aconseja utilizar protecciones externas.