Las hormonas son mensajeros químicos del cuerpo que viajan a través del torrente sanguíneo hacia los tejidos y órganos e inciden en diferentes procesos como el crecimiento, el metabolismo, la función sexual, la reproducción y el estado de ánimo, según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Según esta fuente, las hormonas son potentes y se requiere una cantidad mínima para provocar grandes cambios en las células o inclusive en todo el cuerpo. “Es por ello que el exceso o la falta de una hormona específica puede ser serio”, precisa.
Una de estas hormonas es la leptina, la cual es elaborada por las células grasas, y es la encargada de controlar la sensación de hambre, la cantidad de grasa almacenada en el cuerpo y el peso corporal, según el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos.
El médico Nelton Abdon Ramos Rojas asegura en una publicación de la revista Mejor con Salud que esta hormona también puede ser secretada en el hígado, la placenta y la mucosa gástrica.
“Una vez liberada pasa a la sangre y actúa como señal para el cerebro. Esta hormona está principalmente relacionada con la ingesta. Cuando se termina de comer, ella es la encargada de advertirle al cerebro que ya la persona está saciada y, consecuentemente, perderá el apetito”.
Los expertos aseguran que en condiciones normales cuando se produce un aumento de grasa en el organismo, la leptina actúa sobre el hipotálamo (una glándula en el cerebro) para disminuir el apetito y aumentar el metabolismo basal.
Un artículo de la publicación digital española Vitónica indica que uno de los principales papeles de esta hormona en el cuerpo es que incrementa el gasto calórico y metabólico por su acción a nivel central sobre la producción de otro tipo de hormonas y sobre la termogénesis.
Según Ramos Rojas, las personas obesas suelen desarrollar resistencia a la leptina. “Sus niveles son elevados, pero su cerebro no puede reconocer la señal de la hormona para dejar de comer. La mayoría de los suplementos de leptina no contienen la hormona, sino una mezcla de nutrientes que pueden mejorar la sensibilidad a la leptina”, precisa.
¿Qué incide en los niveles de leptina en el cuerpo?
Hay diversos factores que inciden en los niveles de esta hormona en el organismo. Uno de ellos está relacionado con las dietas estrictas. De acuerdo con la información de Vitónica, si se consumen alimentos con muy bajo valor calórico, como ocurre en las llamadas “dietas milagro”, se reducen notablemente las cantidades de leptina, lo que genera efecto contrario incrementando el hambre, reduciendo la saciedad y afectando el comportamiento del metabolismo.
Otro aspecto que influye es el descenso en el peso corporal, debido a que si se pierde grasa en el organismo también se baja la cantidad de esta hormona, lo que termina incidiendo en el apetito y el gasto calórico diario.
El estrés también juega un papel importante porque incrementa los niveles de cortisol y reduce los de leptina, produciendo más hambre, más placer al comer y reduciendo el gasto energético.
¿Cómo incrementarla?
Si bien no hay alimentos que contengan leptina, sí hay algunos de ellos que por sus propiedades facilitan su producción natural, su activación y el control del metabolismo.
Una publicación de Mejor con Salud indica que alimentos como los granos enteros son favorables ya que tienen nutrientes y carbohidratos complejos que favorecen el tránsito intestinal y ayudan así en la pérdida de peso. También se incluyen en la lista la avena, el brócoli, el pescado, los aceites de semillas, la yema de huevo, los frutos secos, las verduras de hoja verde, las zanahorias y otros vegetales.