Muchos creen que el momento en que se ejercitan influye en el control de los kilos de más y tienen toda la razón.

Además, en ello se cumple el dicho de “al que madruga Dios le ayuda”, al menos de acuerdo con un nuevo estudio publicado por la revista Obesity, órgano de The Obesity Society.

Investigadores de una universidad de Hong Kong encontraron que si lo que se quiere es bajar de peso corriendo, bailando o montando en bicicleta, el momento más adecuado es la ventana entre las 7 y las 9 de la mañana.

Los que tenían actividad física a primera hora del día tenían puntuaciones de índice de masa corporal (IMC) más bajas, señaló el estudio. | Foto: Getty Images

Las bondades de las primeras horas

Según los hallazgos del ensayo, aquellos que tenían actividad física a primera hora del día tenían puntuaciones de índice de masa corporal (IMC) más bajas y cinturas casi tres centímetros más delgadas que aquellos que entraban en acción horas más tarde.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores trabajaron con una muestra de más 5.000 voluntarios, que participaron en una encuesta de nutrición y salud concebida en dos ciclos en los periodos 2003-2004 y 2005-2006.

Para el acopio de la información, a los voluntarios se les pidió que usaran dispositivos capaces de medir su actividad física y la hora en que la realizaban.

Los participantes fueron divididos en tres grupos: mañana, tarde y noche, dependiendo del lapso en que fueran más activos.

Luego, seleccionaron a los participantes que cumplían con la pauta de actividad física de 150 minutos por semana de actividad física entre moderada a vigorosa.

Los voluntarios que hacían ejercicio por la mañana tenían cinturas casi tres centímetros más delgadas que aquellos que entraban en acción horas más tarde. | Foto: Peter Dazeley

Las cifras hablan

“Los participantes que realizaban actividad física en la mañana tenían un índice de masa corporal y una circunferencia de cintura más reducida que los de los otros grupos”, explicaron los científicos.

En concreto, presentaron un IMC de 25,9 en promedio, mientras que sus contrapartes en el grupo de la tarde tuvieron un promedio de 27,6 y el grupo de la noche 27,2.

En cuanto a la circunferencia de cintura, los índices promedio fueron de 91,5 centímetros para los del día, 95,8 para los del mediodía y 95 centímetros para la noche, respectivamente.

Estas personas también refirieron que llevaban una dieta más saludable y consumían menos calorías en comparación con su peso que las personas que se ejercitan más tarde durante el resto del día.

La investigación también arrojó que si bien el grupo de la mañana se ponía en movimiento temprano, el resto de la jornada tendían a ser más sedentarios, que aquellos que hacían ejercicio más tarde.

Ello sugiere, concluyeron los científicos, que a la rutina de ejercicios seguía un trabajo que los obligaba a moverse relativamente poco, como labores de oficina.

Sin embargo, aclararon los investigadores, “a pesar de la mayor duración del tiempo sedentario, los resultados del menor índice de masa corporal y circunferencia de la cintura en el grupo de la mañana persistieron”.

Las pesquisas también les permitieron a los científicos ver que, a pesar de que los grupos del mediodía y la noche cumplían con las pautas de ejercicio, por lo cual presentaban menos tendencia a la obesidad, en tales segmentos la relación entre los dos elementos era “más débil”.

En la comunidad científica, el estudio ha sido recibido con beneplácito, pues confirma la conveniencia de hacer ejercicio matutino para que los kilos no se salgan de control.

Así lo conceptuó Rebecca Krukowski, una psicóloga clínica y experta en manejo del peso de la University of Virginia, quien le declaró a The Times, de Londres: “Esta investigación nueva y emocionante es consistente con un consejo común para alcanzar los objetivos del ejercicio, es decir, hacerlo por la mañana antes de recibir correos electrónicos, llamadas telefónicas o entrar a reuniones que puedan distraerlo”.