Todos los amantes del café alguna vez en la vida se han preguntado cuál es la mejor hora para tomarlo. La mayoría lo prefiere en la mañana y en las horas de la tarde, acompañado de unas galletas, postre o snack.
Para algunos, despertarse es un proceso que necesita de la bebida. Para otros, su exquisito aroma que impregna toda la casa, lo convierte en un verdadero ritual para el hogar y los momentos en familia.
Cada uno tiene sus rituales, pero todos tienen en común su devoción. Tanto, que según cuentan desde Kaiku Caffè Latte para la revista Glamour España, “en torno a 22 millones de personas toman como mínimo una taza de café al día en España, pero pocos lo hacen a la hora adecuada”.
Los ritmos circadianos son la clave
Aunque efectivamente hay un horario en que los beneficios del café se multiplican, éste no se concentra en el momento de despertarse. Así que, probablemente, esa sensación de necesitarlo para ponerse en marcha tiene más de efecto placebo que de otra cosa.
Sentir que el café no tiene ningún efecto es más común de lo que parece y hay una explicación científica para ello: la cronofarmacología. Se trata de una ciencia que “estudia la relación de los biorritmos con los efectos de las sustancias que se ingieren. El ritmo circadiano, llamado comúnmente, es el ciclo biológico más importante y se puede entender como un reloj interno que marca el comportamiento físico y químico a lo largo del día. “Dependiendo del ritmo circadiano, lo que ingieras a una hora tendrá un efecto u otro”,cuentan desde Kaiku.
Las “horas mágicas”
La idea no es cambiar la costumbre de tomar café al despertar, pero es importante saber que “la investigación a lo largo de los años ha determinado que justo cuando nos levantamos es cuando segregamos más cortisol, una hormona que nos despierta y nos conduce a un estado de alerta. Aunque a algunos les parezca mentira, el pico de concentración de cortisol según el rito circadiano se da entre las 8:00 y las 9:00 de la mañana”.
Esto significa que en ese momento, el cuerpo no necesitaría el café, ya que por sí solo ha puesto en marcha sus propios mecanismos para espabilarse. Es más, en este intervalo no tiene apenas efecto y lo único que se logra conseguir es ir desarrollando mayor tolerancia a la cafeína, de manera que cada vez el cuerpo necesitará más para notar sus efectos. Incluso puede conducir al organismo a un estado ansioso, ya que se encuentras en un pico de cortisol.
Por esta razón, desde Kaiku recomiendan “esperar dos horas despierto hasta administrar la primera dosis de café al cuerpo”.
Por lo tanto, si las personas se despiertan a las 7:00 am, deberían tomar el primer café del día entre las 9:30 y las 11:30, cuando sus niveles de cortisol ya habrán bajado. “Tras esa hora hay otro pico de subida entre 12:00 y 13:00 del mediodía y un tercero entre las 17:30 y las 18:30. Entre medias, puedes tomar el café de después de comer y después olvidarte de la cafeína porque su efecto se mantiene hasta 12 horas en el organismo”, señalan.
Beneficios del café
Su compuesto principal, la cafeína, es una droga psicoactiva con importantes efectos sobre el sistema nervioso y, en los últimos tiempos, ha sido objeto de numerosos estudios científicos. El último estudio publicado en julio de 2017 revela que tomar tres tazas de café al día reduce el riesgo de muerte.
Muchos estudios realizados en humanos muestran que el café mejora varios aspectos de la función cerebral. Esto incluye la memoria, el ánimo, la vigilancia, los niveles de energía, los tiempos de reacción y la función cognitiva general.
Un grupo de investigadores de la Sociedad Americana para la Nutrición encontraron que el consumo de café en cantidades elevadas reduce el riesgo de sufrir cáncer de colon. El estudio fue llevado a cabo en más de medio millón de personas y descartó los beneficios del descafeinado.
Según un estudio de la universidad de Harvard, el riesgo de sufrir depresión disminuye cuando se aumenta el consumo de café, al menos en las mujeres, que es con las que se realizó el estudio. Si bien, las que consumieron cuatro o más tazas de café al día desarrollaron la depresión en un 20 % menos; sinedo la cafeína la responsable de esta reducción, ya que las mujeres que consumían descafeinado no mostraron ninguna mejora.