El colágeno es una de las sustancias más importantes para el cuerpo, pues se trata de una proteína estructural que permanece en el cuerpo humano en grandes cantidades debido a que contribuye al buen funcionamiento de huesos, dientes, músculos, piel, articulaciones y algunos tejidos conectivos.
Hay que señalar que el cuerpo produce esta sustancia a partir de la combinación de aminoácidos, que son nutrientes que están contenidos en los alimentos ricos en proteínas, junto con otros elementos como la vitamina C, el zinc y el cobre.
Además, según Lorea Bagazgoitia, en su libro Lo que dice la ciencia sobre el cuidado de la piel, el colágeno es responsable de la elasticidad y firmeza de la piel. Sin embargo, a medida que el tiempo avanza, a partir de los 25 años el organismo disminuye la producción de colágeno, generando efectos colaterales en la piel, como la disminución del brillo e hidratación natural.
Es aquí donde radica la importancia de consumir esta proteína, pero también surgen dudas sobre cuál es la mejor hora para hacerlo.
Al respecto, el portal Colnatur explica que algunos estudios afirman que este se puede consumir a cualquier hora del día, pero hay quienes prefieren tomarlo en ayunas, pues el estómago está vacío y se maximiza la absorción de este nutriente. Sin embargo, hay quienes optan por hacerlo en la noche.
Al respecto, el portal afirma que lo realmente importante es la constancia con la que se tome esta proteína, hasta que se llegue a convertir en un hábito de los usuarios.
Así mismo, recalcó en la importancia de su consumo frecuente, pues dijo que los resultados se empiezan a ver aproximadamente a los tres meses.
También se cuestiona sobre lo que sucede con el cuerpo si este le hace falta, por lo que a partir de los 40 años de edad es cuando las células comienzan a disminuir su capacidad de formar colágeno provocando afectaciones en el organismo. Dolor articular, pérdida de densidad ósea y la aparición de la arrugas en la piel asociados a la edad, son evidencia directa de la pérdida de colágeno, precisa un artículo publicado en el diario La Vanguardia, de España.
De acuerdo con los expertos, las mujeres son las que empiezan a experimentar de manera más acelerada la pérdida de colágeno, debido a los procesos hormonales a los que se enfrentan. En el caso de los hombres este proceso es progresivo, con excepción de quienes practican mucho deporte, pues ellos se ven afectados porque el constante movimiento de sus articulaciones suscita el desgaste del colágeno que hay en las mismas.
La pérdida de colágeno puede impactar de diferentes formas. Una de ellas son sus efectos sobre la piel. Cuando esta proteína se empieza a reducir se presenta adelgazamiento de la piel, pérdida de volumen, formación de arrugas, envejecimiento prematuro, pérdida de elasticidad y firmeza en la piel, aparición de várices y ralentización para cicatrizar heridas.
En el caso puntual de la salud, la falta de colágeno en el cuerpo se refleja en dolor articular, molestia en los ligamentos, tendones y músculos, pérdida de densidad ósea, cabello y uñas dañadas, problemas de la visión, molestias en dientes y encías, enfermedades del tejido conjuntivo y problemas del sistema circulatorio. De igual manera, la firmeza de la estructura de las células disminuye y se puede presentar un deterioro de los dientes.
¿Cómo evitar la pérdida de colágeno?
Si bien la pérdida de colágeno es un proceso natural del organismo, una alimentación equilibrada, que incluya todos los grupos de alimentos, tanto de origen vegetal como animal, puede ayudar a alcanzar la dosis necesaria para mantener esta proteína en el cuerpo por más tiempo.
Dentro de los alimentos que pueden ayudar a potenciarla o evitar que se reduzca de forma acelerada está la carne, que es una de las mejores fuentes de colágeno, dado que al consumir este alimento se garantiza que el organismo disponga de los aminoácidos suficientes para que los cartílagos y las articulaciones estén en buen estado, asegura el portal Saber Vivir TV.
El pescado azul también es beneficioso. Incluir un par de días a la semana en la dieta un plato de sardinas, una ración de arenque o salmón ayuda no solo a la salud cardiovascular, sino también a la protección de la piel y los huesos. Su alto contenido en ácidos grasos omega 3 previene la oxidación celular y actúa como un potente antiinflamatorio. También es importante incluir en la alimentación lácteos como la leche y el queso, preferiblemente bajos en grasas.
Sin embargo, no solo los alimentos de origen animal son ricos en colágeno, también las frutas y verduras son una fuente de esta proteína. Es el caso, por ejemplo, del limón, que contiene vitamina C que actúa como un antioxidante natural. Otra fruta es la fresa, que no solo aporta colágeno, sino que es rica en antioxidantes.