El dilema de si es bueno o no consumir huevo remonta de décadas atrás. Por mucho tiempo, este alimento fue considerado una fuente rica de nutrientes para el organismo, por lo que era ampliamente recomendado en la dieta diaria. No obstante, los científicos empezaron a ahondar en la relación de la ingesta de huevo con diversas afecciones del ser humano.

Como señala la Fundación Española para la Nutrición, la sociedad ha incluido diversas variedades de huevo en su dieta, más allá de los que provienen de la gallina. Sin embargo, este último tipo sigue siendo el más común y uno de los más consumidos en el mundo.

Entre la composición nutricional del huevo de gallina se encuentran diversos componentes como la proteína, presentes tanto en la yema como en la clara. También contiene ácidos grasos monoinsaturados, vitamina D, vitamina A, vitaminas de la familia de las B, y algunos minerales como el yodo, el fósforo y el selenio.

Huevos | Foto: jessie casson

Son precisamente estas propiedades las que mantienen al huevo como un ingrediente recomendado para el consumo. De acuerdo con el portal Mejor con Salud, el huevo genera diversos beneficios para el organismo, siempre que haga parte de un estilo de vida saludable.

Una de las características que se le confiere a este alimento es que es idóneo para el correcto desarrollo y crecimiento de los niños, adolescentes y jóvenes, gracias a su cantidad de proteína. Especialmente, resulta bondadoso para la formación y conservación de la estructura muscular.

También se asocia al huevo con el mantenimiento de un peso estable. Esto es así porque su ingesta propicia una sensación de saciedad, la cual mitiga las ansias de comer más seguido, según explica el referido portal.

Es más, se ha llegado a considerar que sus beneficios no solo se restringe a lo físico, sino que también podría tener un efecto positivo para combatir afecciones mentales, como la depresión. Así lo respalda un estudio compartido en la revista Journal of Psychiatry & Neuroscience, citada por Mejor con Salud, en la que se demostró que el huevo puede proporcionar una acción neuronal que reduce el riesgo de padecer esta condición.

¿Pero cómo comerlo para aprovechar estos beneficios?

La Fundación del Corazón señala que es fundamental seguir algunos consejos para que el consumo de huevo no sea nocivo para la salud. Lo primero es no comerlo crudo y optar por incluirlo en preparaciones con calor, es decir, hervidos, revueltos, en tortilla, entre otras.

Dicha entidad también precisa que la cantidad recomendada de huevos que se pueden consumir en una semana son entre tres y cinco. Para aquellos pacientes que sufran de colesterol alto en la sangre, se aconseja bajar esta cantidad a entre dos y tres huevos completos o únicamente la yema, o entre cuatro y cinco si solo se comen las claras.

Con respecto a la manera más saludable de comerlo, desde la sección de salud de Vitónica coinciden en que se deben cocinar, ya sea a modo de tortillas o revueltos, pero en lo posible utilizando más la clara que la yema, debido a que la mayor concentración de grasa se encuentra en esta última. Por ejemplo, se puede preparar un tortilla utilizando cinco claras y solo una yema.

Ahora bien, otra forma tradicional de prepararlo y que también es una alternativa saludable, de acuerdo con Mejor con Salud, es hervido o cocido. Para ello, únicamente se debe poner los huevos a hervir con algo de agua, por alrededor de 10 minutos.

Una vez estén listos se pueden incluir en diversas preparaciones como una ensalada de huevo.