Escuchar música es un gran entrenamiento para el cerebro. Esto sucede porque esta es capaz de estimular muchas áreas de este órgano, como las responsables de la memoria, el movimiento y el estado de ánimo.

Según un informe del Consejo Global de Salud Cerebral, la música incluso estimula la actividad de diversas áreas cerebrales al mismo tiempo. “Nada activa el cerebro como la música”, señala Jonathan Burdette, profesor de neuroradiología en la Facultad de Medicina de Wake Forest University y colaborador del mencionado informe, citado por la AARP, sociedad sin ánimo de lucro de Estados Unidos, anteriormente conocida como la American Association of Retired Persons.

Esta organización indica que toda esa activación cerebral produce importantes beneficios para la salud. Los investigadores han revelado que la música puede mejorar el sueño y la memoria, además de aliviar el estrés y estimular aptitudes de pensamiento que ayudan a conservar la salud del cerebro con el paso de los años.

Según el portal Neuromarketing, con el paso del tiempo la música puede llegar a mejorar las habilidades lingüísticas, la creatividad y la felicidad. También tiene incidencia cuando se trata de disminuir la ansiedad y el dolor, e incrementa el optimismo. Además, puede ayudar a sanar algunas enfermedades neurológicas como alzhéimer, párkinson y el autismo.

La música mejora la capacidad de memoria, de atención y de concentración no solo de los niños sino de los adultos y estimula el área derecha del cerebro, mejorando así la capacidad para realizar cualquier otra actividad artística, como la pintura, impulsando el desarrollo integral de las personas, indica la Fundación Beethoven.

Escuchar música puede mejorar los niveles de concentración.

Además, tiene una gran incidencia en el estado de ánimo, independiente del lugar en el que se encuentre la persona. De acuerdo con los expertos, la música afecta el cerebro en diversos ámbitos, incluso emocionales.

La hormona oxitocina está relacionada a la vinculación que puede existir entre dos personas y puede ser producida por medio del canto. Es por esta razón que un bebé se siente conectado emocionalmente con su madre cuando ella le canta.

También incide en la memoria. En un estudio realizado en la Universidad de California en 2009, se descubrió que existe una parte del cerebro que asocia la música con recuerdos al experimentar momentos emocionales sobresalientes. Es por esta razón que al escuchar cierta canción puede que venga a la mente alguna etapa o suceso de la vida que haya marcado a una persona y con ella las emociones que pudo haber sentido en ese momento.

También incide en la atención. Escuchar música ayuda al cerebro a anticipar acontecimientos y mantener una mayor atención. Aunque en algunos casos también se puede convertir en fuente de distracción y dificultar la capacidad de concentración. Esto depende no solo de la persona sino también del tipo de música que se esté escuchando. Por lo general, es más fácil concentrarse con música que no tiene letra o un ritmo movido.

Según el portal Universia (red de universidades), hay algunos tipos de música ideales para estimular el cerebro y mejorar los procesos educativos y de concentración.

La música clásica siempre suele ser recomendada para estimular el cerebro y para concentrarse. De hecho, se dice que algunas composiciones de Mozart estimulan el cerebro y relajan de manera ideal para mejorar la memorización y la adquisición de conocimientos.

Una investigación de la Universidad de Helsinki demostró que la música clásica es más eficaz a la hora de estimular la función cerebral. Escuchar este tipo de música estimula las neuronas encargadas de producir dopamina y también las que tienen que ver con la neurodegeneración.

Escuchar música puede mejorar el estado de ánimo. | Foto: Ridofranz

Así que compositores como Bach, Mozart o Beethoven son ideales para lograr mayores niveles de concentración y estimulación del cerebro, independientemente de la edad. Otro estudio entre las Universidades de Kioto y Harvard analizó el Efecto Mozart. Concluyeron que en niños de ocho a nueve años y personas mayores de 65 a 75 años, ambos rangos de edad obtuvieron mejor rendimiento al escuchar Mozart que al escuchar una música caótica, o al no escucharla.

Otra opción es la música para la concentración. Existen listas de reproducción diseñadas para promover la concentración, estudiar mejor y ampliar la memoria. Constan de melodías con poco ritmo y muy suaves, argumenta Universia.

No obstante, hay personas que activan y estimulan su cerebro con otros tipos de música: la que les gusta y con la que se sienten mejor, pues les ayuda a concentrarse debido a que estimula los neurotransmisores que producen la dopamina, que tiene efecto directo en el estado de ánimo, la productividad, el rendimiento y la creatividad.

Adicional a los diferentes tipos de música, escuchar los sonidos de la naturaleza también ayuda a la concentración y a estimular el cerebro, según los especialistas.