Los casos de depresión y ansiedad incrementaron luego de la llegada de la pandemia, considerados como trastornos, ya que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), se identifican como “una alteración clínicamente significativa de la cognición, la regulación de las emociones o el comportamiento de un individuo”.
“Los trastornos mentales y neurológicos en los adultos mayores, como la enfermedad de Alzheimer, otras demencias y la depresión, contribuyen significativamente a la carga de enfermedades no transmisibles”, señala la Organización Panamericana de la Salud (OMS), que también asegura que, “la prevalencia de demencia en los adultos mayores (...) oscila entre 6,46 % y 8,48%”.
Por su parte, la Clínica Mayo describe la ansiedad como parte de la vida cotidiana, señalando que las personas con trastorno de ansiedad tienen preocupaciones y miedos excesivos que se mantienen durante mucho tiempo.
Los síntomas que una persona con ansiedad presenta son: aumento del ritmo cardíaco, respiración acelerada, sudoración, dificultad para dormir y agitación. Incluso en algunos casos incide en estrés que según la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, MedlinePlus, es “la forma” en que el cuerpo da respuesta a una situación, es decir, cómo reacciona ante un hecho que puede ser retador o requiere exigencia.
Durante el estrés, el cuerpo libera hormonas enviando una señal para actuar en un momento determinado. Sin embargo, la glucosa en la sangre y la presión arterial se pueden ver altamente afectadas.
Cabe señalar que, no se considera que el estrés sea malo, ya que puede ayudar en la reacción ante situaciones que coloquen en riesgo la vida de una persona. No obstante, convivir con él puede desarrollar graves afecciones sobre la salud.
Y aunque se puede determinar que el estrés es un estado emocional que involucra el sistema nervioso, se debe aclarar que la falta de vitamina B6 puede inducir no solo a esta alteración, sino también terminar en ansiedad. Esto lo afirma la organización AARP que explica que el complejo B es fundamental para controlar el estrés.
Vitamina B6
Es entonces que MedlinePlus afirma que la vitamina B6 es hidrosoluble, es decir, que se disuelve en agua, y por esto, el cuerpo no tiene la capacidad de almacenarla.
Informa que cuando hay un déficit de vitamina B6, una persona puede presentar complicaciones en sus riñones e inclusive en su hígado. Además de confusión, cambios de humor, y depresión.
Y aunque no es común la deficiencia de esta vitamina, es importante asegurar su consumo, incluyendo en una dieta balanceada alimentos como el banano, las nueces, los garbanzos, el salmón, la carne de res, entre otros. En muchas ocasiones es añadido en el pan “enriquecido” y los cereales.
Sin embargo, se sugiere moderar el consumo de carne roja, ya que un informe de la OMS presidido por 22 expertos, concluyó que el consumo de este alimento, eleva el riesgo de cáncer colorrectal, uno de los más comunes.
Continuando, entre las funciones que se destacan de la vitamina B6 se encuentra su alta participación en la producción de anticuerpos, mismos que ayudan a proteger el organismo, combatiendo agentes extraños que desarrollan enfermedades e infecciones, debilitando así, el sistema inmune.
Como se mencionó, es un aliado para combatir el estrés y la ansiedad porque, según MedlinePlus, mantiene la función neurológica equilibrada. No obstante, es importante mantener hábitos que contribuyan en la salud mental, donde se encuentre incluido la realización regular de ejercicio.
Igualmente, colabora en la descomposición de proteína y en la regulación de la glucosa en la sangre. Cabe destacar que, la vitamina B6 al producir hemoglobina, misma que transporta el oxígeno a los tejidos del cuerpo, evita el riesgo de anemia.