La Organización Mundial de la Salud define la depresión como una “enfermedad común, pero grave, que interfiere con la vida diaria, con la capacidad para trabajar, dormir, estudiar, comer y disfrutar de la vida”.
Si bien la depresión puede producirse solamente una vez en la vida, por lo general, las personas tienen varios episodios derivados de la enfermedad. Durante estos, los síntomas se producen durante gran parte del día, casi a diario y, según Mayo Clinic, pueden consistir en:
- Sentimientos de tristeza, ganas de llorar, vacío o desesperanza.
- Arrebatos de enojo, irritabilidad o frustración, incluso por asuntos de poca importancia.
- Pérdida de interés o placer por la mayoría de las actividades habituales o todas, como las relaciones sexuales, los pasatiempos o los deportes.
- Cansancio y falta de energía, por lo que incluso las tareas pequeñas requieren un esfuerzo mayor.
- Falta de apetito y adelgazamiento, o más antojos de comida y aumento de peso.
- Lentitud para razonar, hablar y hacer movimientos corporales.
- Sentimientos de inutilidad o culpa, fijación en fracasos del pasado o autocríticas.
- Dificultad para pensar, concentrarse, tomar decisiones y recordar cosas.
- Pensamientos frecuentes o recurrentes sobre la muerte, pensamientos suicidas, intentos suicidas o suicidio.
- Problemas físicos inexplicables, como dolor de espalda o de cabeza.
En cuanto a la ansiedad, puede ser un sentimiento natural cuando se está en situaciones estresantes como hablar en público. Sin embargo, con la llegada de la pandemia muchas personas empezaron a generar este estado mental debido al encierro y a la incertidumbre de no saber qué pasará con la vida cotidiana como se venía llevando.
Para muchos, lidiar con la ansiedad es difícil, pues han llegado a enfrentar síntomas como agitación, tensión, nerviosismo, corazón acelerado y dolor en el pecho; incluso, según el medio especializado Medical News Today, la ansiedad está entre los problemas de salud mental más comunes.
Para superar la ansiedad o la depresión es necesario acudir a un psicólogo pues son enfermedades que se generan en la mente, sin embargo, según el portal Mejor con Salud, también es posible tomar algunas vitaminas que ayudan a contrarrestar los síntomas. Entre ellas están:
Vitamina B6
La vitamina B6 debe estar presente para facilitar la conversión de aminoácidos en serotonina. La vitamina es esencial para la formación de la hormona de la felicidad. Los antidepresivos a menudo también incluyen vitamina B6.
La vitamina B6 no puede ser producida completamente por el cuerpo, pero afortunadamente está incluida en muchos alimentos. Las buenas fuentes están en el aguacate, el repollo, los frijoles verdes y las lentejas, las aves de corral, el hígado y el pescado.
Vitamina B12
Aunque los resultados sobre los estudios de la vitamina B12 aún son pocos, se puede tomar un suplemento diario que la incluya, lo cual podría mejorar el estado de ánimo y ayudar a obtener los nutrientes que el cuerpo necesita. La vitamina B12 se puede encontrar en productos de origen animal como el pescado, la carne magra, la carne de ave, los huevos, la leche (descremada y semidescremada) y en cereales fortificados.
Vitamina C
Este nutriente tiene múltiples beneficios para la salud, entre los que se destaca crear noradrenalina y serotonina, dos hormonas relacionadas con el bienestar y la energía. La falta de Vitamina C, puede provocar afecciones físicas y mentales, por lo que se recomienda consumirla en alimentos como la piña, el kiwi, el tomate, los cítricos, entre otros.
Vitamina D
La vitamina D se forma sólo por la radiación solar, la cual podría ser la vitamina faltante más importante para el estado de ánimo. Una concentración demasiado baja puede ser responsable de la depresión, o de la llamada depresión invernal, porque la vitamina D regula la conversión del aminoácido triptófano en serotonina. Por esta razón, hay que salir a tomar el sol para aumentar el bienestar en general.