El colon, también conocido como intestino grueso, es un tubo largo y hueco que se encuentra al final del sistema digestivo. En este órgano, el cuerpo produce y almacena las heces, así lo explicó el portal de salud y medicina Medline Plus. El medio menciona los principales trastornos que suelen afectar el normal funcionamiento del colon:
- Cáncer colorrectal.
- Pólipos del colon: crecimientos de tejido en el colon que pueden hacerse cancerosos.
- Diverticulitis: inflamación o infección de pequeños sacos o divertículos en el colon.
- Síndrome del intestino irritable: un cuadro molesto que causa cólicos abdominales y otros síntomas.
Uno de los padecimientos más frecuentes en este órgano es el colon irritable; según explica Mayo Clinic, “solo una pequeña cantidad de personas que padecen de este síndrome tienen signos y síntomas graves. Algunas personas pueden controlar los síntomas con cambios en la dieta, el estilo de vida y en el nivel de estrés. Los síntomas más graves se pueden tratar con medicamentos y asesoramiento médico”.
Los síntomas del colon inflamado incluyen:
- Dolor abdominal y calambres.
- Gases.
- Llenura.
- Distensión.
- Cambios en los hábitos intestinales, puede ser diarrea (SII-D) o estreñimiento (SII-E).
Es importante consultar a un médico para recibir la atención y el tratamiento adecuado. Según Mayo Clinic, existen algunos signos que pueden indicar una afección más grave como cáncer de colon:
- Diarrea nocturna.
- Sangrado rectal.
- Vómitos inexplicables.
- Dificultad para tragar
- Dolor persistente que no se alivia al expulsar gases o al defecar.
Tratamiento
De acuerdo con Medline Plus, el objetivo del tratamiento para esta afección consiste en aliviar los síntomas. Según explica el medio, los cambios en el estilo de vida son una gran herramienta para manejar la enfermedad y aunque no hay una dieta específica para hacerlo, existen algunas recomendaciones:
- Evitar alimentos y bebidas que estimulen los intestinos (como la cafeína, el té o las bebidas de cola).
- Incrementar la fibra en la alimentación (esto puede aliviar el estreñimiento o la diarrea, pero empeora la distensión).
Evidencia científica
Investigadores del Departamento de Oncología y Metabolismo de la Universidad de Sheffield, en Reino Unido, descubrieron que los suplementos de vitamina D pueden ser grandes aliados para reducir los síntomas del intestino irritable e incluso pueden ayudar a reducir el riesgo de padecer cáncer colonrrectal.
El estudio fue publicado en European Journal of Clinical Nutrition demuestra que las personas que tienen un nivel reducido de esta vitamina tienen mayor riesgo de sufrir cáncer de colon, así como más probabilidad de padecer enfermedades que afectan a este órgano.
El síndrome del intestino irritable (SII) es un trastorno intestinal crónico, recurrente y funcional. Las últimas investigaciones, han determinado que los suplementos de vitamina D podrían a ayudar a reducir los síntomas de este padecimiento (que incluyen dolor abdominal, estreñimiento, diarrea e hinchazón).
”La evidencia disponible sugiere que el bajo nivel de vitamina D es común entre la población que sufre la enfermedad y merece una evaluación y rectificación por razones de salud en general”, aseguran los autores del estudio. “Se sugiere una correlación inversa entre la vitamina D sérica y la gravedad de los síntomas del síndrome del intestino irritable y las intervenciones con vitamina D pueden beneficiar los síntomas”.
Sin embargo, los expertos mencionan que se necesitan de mas estudios para confirmar estos hallazgos. “Los ensayos controlados aleatorios disponibles no proporcionan evidencia sólida y generalizable, y, por eso, se necesitan intervenciones más grandes y adecuadas para establecer un caso de aplicación terapéutica de vitamina D este síndrome”.
¿Cómo obtener vitamina D?
Respecto a los alimentos que deberían incluirse en una dieta destinada a maximizar la ingesta de vitamina D, Sanitas sugiere:
- Lácteos (en el caso de las personas mayores, enriquecidos con calcio y vitamina D).
- Frutas (manzana, banano, uvas, cítricos, etc.).
- Verduras (brécol, espinacas, col, lechuga, etc.).
- Frutos secos (almendras, cacahuetes, nueces, etc.).