El dolor de rodilla es algo que jocosamente muchas personas le responsabilizan a la edad, diciendo que después de los 30 comienzan los achaques en el cuerpo y esta articulación es una de las primeras en molestar. No obstante, este no es un tema que se deba tratar a la ligera, ya que, en caso de lesión, es una de las más dolorosas y de recuperación lenta, y actualmente existe un gran desconocimiento frente a la forma correcta de cuidarlas, se haga o no ejercicio.
De hecho, tanto la artrosis como el déficit de colágeno son dos aspectos de la salud que se pueden impactar la calidad de vida de las personas. Según cifras de la Fundación Internacional de la Artrosis (OAFI), en el mundo hay cerca de 242 millones de personas que sufren artrosis, siendo esta una enfermedad que de alta presencia en la humanidad.
Las articulaciones del cuerpo son las encargadas de permitir que las personas realicen los movimientos deseados con naturalidad. Estas hacen parte fundamental de la unión entre los diferentes huesos del cuerpo, a través de la cápsula articular.
La artrosis genera lesiones en los cartílagos produciendo dolor y rigidez, según la Fundación Española de Reumatología, esta enfermedad puede aparecer en diferentes zonas del cuerpo.
“Cuando este cartílago articular se lesiona, se produce dolor, rigidez e incapacidad funcional. Normalmente, la artrosis se localiza en la columna cervical y lumbar, algunas articulaciones del hombro y de los dedos de las manos, la cadera, la rodilla y la articulación del comienzo del dedo gordo del pie”, explica.
En cuanto al déficit de colágeno en el cuerpo, suele ser culpa de la edad en la mayoría de los casos. Con el envejecimiento, los niveles de colágeno van disminuyendo, además estos también pueden bajar debido a una dieta que no aporta los nutrientes para su producción.
Cuando los niveles del colágeno bajan, esto se refleja en el organismo con la aparición de señales “como arrugas en la piel, rigidez en tendones y ligamentos, debilitamiento muscular, dolores en las articulaciones u osteoartritis, debido al cartílago desgastado, o problemas gastrointestinales por el adelgazamiento del revestimiento del tracto digestivo”, así lo explica el portal El español.
Tanto la falta de colágeno como la artrosis tienen en común una vitamina que, al incluirla en la dieta diaria, puede contribuir al mejoramiento de los dos escenarios. Estudios demuestran que el consumo insuficiente de vitamina C puede aumentar el dolor generado por la artrosis, además de dificultar el incremento en los niveles de colágeno en el cuerpo.
Esta vitamina es considerada por los expertos como esencial para producir colágeno, elemento importante en el funcionamiento del cartílago, así como lo señala el portal experto en medicina alternativa Elservier.
“La vitamina C es esencial para la formación del colágeno y su estructura reticular en el cartílago articular. Puesto que se han detectado estados carenciales de vitamina C en la artrosis, debe seguirse una alimentación rica en ácido ascórbico”, explica.
Según un estudio científico publicado la Sociedad Gallega de Cirugía Ortopédica, los hombres cuya ingesta diaria de vitamina C está por debajo de los 200 mg/día y las mujeres cuya ingesta es inferior a los 150 mg/día tienen mayor dolor de rodilla que sus coetáneos que consumen más vitamina C.
La vitamina C o ácido ascórbico es considerado como uno de los complementos nutricionales más famoso en el mundo, esta se encuentra en alimentos que se pueden tener a la mano como es el caso de las fresas, papaya, kiwi, guayaba, brócoli y coliflor.
Consejos para cuidarla
Un primer consejo es cuidar el peso, ya que muchas veces este dolor puede aparecer por una sobrecarga corporal. En esto también hay que tener presente que no siempre estar en el peso adecuado significa que se está bien, porque hay que revisar aspectos como la composición muscular, la cual, si es muy baja, puede generar un esfuerzo extra en las articulaciones, generando un deterioro acelerado.
En segundo lugar, y en concordancia con el primer consejo, Runfitners recomienda hacer ejercicio, ya que esto ayudará a fortalecer los músculos, que pueden servir de soporte para aliviar la carga en las rodillas. “Eso sí, comienza de a poco. La mayoría de los dolores y lesiones suelen ser causados por hacer demasiado, demasiado pronto”.