Una mala circulación sanguínea puede traer consigo las llamadas venas várices, también conocidas como varicosas, una afección común que perjudica a muchas personas en todo el mundo. Mayo Clinic explica que si bien cualquier vena superficial puede volverse varicosa, las várices a menudo se ubican en las piernas, provocado “por estar de pie y caminar con una postura erguida”, aumentando la presión en las venas de esa área del cuerpo.
Aunque también pueden desarrollarse en otras partes del cuerpo, a menudo, son inofensivas, pero pueden causar serias molestias, dolor y, en casos graves, complicaciones médicas. Uno de los enfoques para prevenir y tratar las várices es el uso de vitaminas y suplementos.
De hecho, las vitaminas son esenciales para el correcto funcionamiento del organismo, además de ayudar a prevenirlas, puede ser posible su eliminación, favoreciendo la circulación en la sangre. El portal del Centro de Enfermedades de Venas enlistó las vitaminas que juegan un papel importante en problemas como la hinchazón e inflamación de las venas. Se trata de la vitamina B3, la vitamina E, la vitamina C y la vitamina K.
Vitaminas para mejorar y prevenir las várices
1. Vitamina B3: se conoce como niacina, la cual interviene en el metabolismo de los hidratos de carbono, grasas y proteínas, y está relacionada con el sistema nervioso, aparato digestivo y piel. A su vez, ayuda a fortalecer los vasos sanguíneos y aumentar el flujo sanguíneo.
Esta se puede encontrar en alimentos como la carne, el pescado, la leche, los cereales, los huevos y las verduras. Esta es necesaria para la función de las grasas y los azucares que mantiene las células sanas y funcionando correctamente.
2. Vitamina E: una de las vitaminas esenciales es la E, que es un poderoso antioxidante y es fundamental para el buen funcionamiento del sistema inmunológico y del metabolismo, así como ayuda a “ensanchar los vasos sanguíneos y evitar la formación de coágulos”, según el Centro de Enfermedades de Venas.
Esta es posible encontrarla en alimentos como el tomate o los frutos secos, como las nueces, aceites vegetales, cereales o semillas.
3. Vitamina C: La vitamina C, también conocida como ácido ascórbico, es esencial para mantener una piel saludable y una función vascular adecuada. Ayuda a fortalecer las paredes de los vasos sanguíneos, lo que es crucial para prevenir la formación de varices.
Además, esta vitamina es un antioxidante poderoso que combate los radicales libres en el cuerpo, lo que puede reducir la inflamación y mejorar la salud circulatoria.
4. Vitamina K: “es imprescindible para la asimilación de las proteínas, responsables de la coagulación de la sangre. Por lo tanto, da una mayor oxigenación de todas las venas, los órganos y las arterias del cuerpo humano. Además de evitar que aparezcan las venas varicosas, también ayuda a evitar otras enfermedades circulatorias”, precisó la fuente citada.
Se puede encontrar en alimentos como las espinacas, la lechuga, espinacas, el aceite de oliva, etc.
Entretanto, cuando se manifiestan signos y síntomas dolorosos, Mayo Clinic señala que estos pueden comprender desde una sensación de dolor o de pesadez en las piernas; ardor, pulsación, calambres musculares e hinchazón en las extremidades inferiores; empeoramiento del dolor después de estar sentado o de pie durante mucho tiempo; picazón alrededor de una o de más venas y hasta decoloración de la piel alrededor de una vena varicosa.
En lo que refiere a las arañitas, la entidad reseña que estas son similares a las venas várice, siendo más pequeñas. Estas se ubican aún más cerca de la superficie de la piel y su color varía entre rojo y azul. “Las arañitas se producen en las piernas, pero también pueden encontrarse en la cara. Varían en tamaño y, a menudo, parecen una telaraña”, dice la entidad.