Se considera que las frutas y verduras son las partes comestibles de las plantas, por ejemplo, estructuras seminíferas, flores, yemas, hojas, tallos, brotes y raíces. Estos alimentos son eternos aliados de la salud de cada individuo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir al menos 400 gramos de este tipo de alimentos diariamente, pues sus componentes otorgan al organismo una variedad de vitaminas y minerales que son necesarios para mantener un estado de salud óptimo.

Entre los múltiples beneficios que ofrecen estos alimentos al cuerpo está el fortalecimiento del sistema inmunitario; además, son esenciales para luchar contra la malnutrición en todas sus formas y para la prevención general de las enfermedades no transmisibles.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que no todos aportan los mismos nutrientes ni traen los mismos beneficios. De hecho, el portal especializado Healthline ha listado una serie de frutas que se consideran las más saludables para el organismo.

Mango

Se caracteriza por ser una fruta muy popular debido a su sabor agradable, ya sea maduro o biche. Suele consumirse en su forma natural (fruta) o en jugo. Asimismo, es utilizado como ingrediente para preparar ensaladas y diferentes tipos de platos.

De acuerdo con Tua Saúde, sitio web de salud, el mango tiene muchos nutrientes como vitaminas A y C, magnesio, potasio, polifenoles y fibras, que contribuyen al fortalecimiento del sistema inmunitario y disminuyen el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

Piña

Es una de las frutas tropicales más populares. Su sabor dulce con notas ácidas y efecto refrescante la ha posicionado como un ingrediente infaltable en ensaladas de frutas, jugos, cocteles y preparaciones que potencian su sabor y características.

De acuerdo con el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, la piña aporta una amplia variedad de nutrientes al organismo. Por ejemplo, destaca su contenido de calcio, hierro, vitamina A, vitamina C, tiamina, riboflavina, folato, vitamina B6, magnesio, potasio, betacaroteno y otros antioxidantes, carbohidratos y manganeso.

Arándanos

Pertenecen a la familia de los frutos del bosque y son una de las frutas más saludables del planeta. Contienen altos niveles de antioxidantes, por lo que combaten el envejecimiento prematuro, la inflamación, entre otros.

Debido a su composición, los arándanos son bajos en calorías, pero aportan buena cantidad calórica. Según estudios realizados por la Universidad de Clemenson y el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, son calificados como el alimento con mayor potencial antioxidante entre los 40 vegetales que fueron analizados.

Pomelo

También conocido como toronja o pomelo rosado, es una fruta cítrica que tiene un alto contenido de vitamina C; según la Fundación Española de la Nutrición, “supera en 30 miligramos la ingesta diaria recomendada para este nutriente (vitamina C)”.

Asimismo, está compuesto en 90 % de agua, es un antioxidante natural, tiene propiedades antisépticas y aporta muchos beneficios para la salud como, por ejemplo, ayuda a fortalecer el corazón, según el portal Mejor con Salud.

Aguacate

De acuerdo con un artículo publicado por Harvard Health Publishing, de Harvard Medical School, el aguacate está lleno de nutrientes que contribuyen a la salud del corazón. Pero en su último estudio asegura que consumir por lo menos dos porciones de aguacate en la semana puede disminuir la aparición de una enfermedad cardiovascular.

Lo anterior lo confirma el coautor de dicha investigación, el doctor Frank Hu, maestro de Nutrición y Epidemiología Frederick J. Stare, de la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard. Él precisa que las grasas saludables de este alimento contribuyen a la salud del sistema cardiovascular.

Manzanas

Es una de las frutas más ricas en fibra, pues cada 100 gramos de manzana, 2,4 son de pura fibra, algo realmente positivo pues la fibra se encarga de regular el tránsito intestinal y evitar el estreñimiento.

Por otro lado, da la sensación de estar saciado, esto ocurre gracias a la pectina, que es la sustancia que se encuentra en la pulpa. Cuando esta llega al estómago, desencadena mecanismos de información dirigidos al cerebro que indican que ya se está lleno.