Uno de los alimentos que es muy apetecido en diferentes preparaciones culinarias es el ajo, pero este también tiene potentes nutrientes que aportan beneficios para la salud humana.
Cuando se corta o se pica el bulbo del ajo, se libera un subproducto llamado alicina, la cual es la responsable del fuerte olor y sus propiedades medicinales.
Otro de los beneficios que puede aportar el consumo de ajo al organismo es reducir ligeramente la presión arterial sistólica y diastólica. “El efecto del ajo sobre la reducción del colesterol ha sido un tema controvertido, pero los estudios han demostrado que reduce las concentraciones de colesterol total y de lipoproteína de baja densidad (LDL), el colesterol malo”, explica el portal Manual MSD.
En el mencionado sitio web también se destaca que las propiedades del ajo para prevenir el cáncer, es un tema que cuenta con poco respaldo científico. Esta planta puede disminuir las concentraciones de azúcar en sangre en ayunas.
El ajo también es rico en antioxidantes, con lo que apoya mecanismos de protección del cuerpo contra el daño oxidativo causado por los radicales libres, los cuales son responsable del envejecimiento celular o el deterioro cognitivo, así lo describe Business Insider.
A diferencia de los antibióticos sintéticos, las bacterias, virus y hongos no ofrecen resistencia al ajo, por esta razón los expertos de Saber vivir lo recomienda para fortalecer el sistema inmunológico.
A pesar de los beneficios del ajo, es importante tener en cuenta los efectos secundarios de este alimento y cuándo debe evitarse su consumo.
Según el sitio web unCOMO, las contraindicaciones del ajo aplican para las personas que utilizan este alimento de forma recurrente como un remedio natural para determinadas afecciones, no para quienes lo consumen como condimento alimentario o tomado de forma esporádica.
Para las personas con el estómago delicado o propensas al reflujo, la acidez y demás afecciones gástricas, no se recomienda un alto consumo de ajo, pues, este alimento puede resultar difícil de digerir.
En caso de sufrir algún problema gastrointestinal, lo que recomiendan los especialistas es consultar antes con el médico acerca de la conveniencia de utilizar el ajo remedio natural o como condimento en las preparaciones culinarias.
Los problemas de coagulación sanguínea o sangrado también pueden ser un impedimento para consumir ajo, pues contiene anticuagulantes que pueden ser peligrosos para la salud.
Las personas diabéticas y, en especial las que toman fármacos como tratamiento de la diabetes, deben tener mucha precaución con el ajo, puesto contiene efectos hipoglucemiantes que ayudan a reducir los niveles de glucosa. “Así pues, el ajo o los preparados a base de este producto natural pueden hacer descender la glucosa en sangre y causar problemas”, explica unCOMO.
Las personas que sufren de hipertiroidismo también deben reducir el consumo o prescindir del ajo, debido a que este mineral estimula la secreción de tiroxina, que es la hormona que la glándula tiroides produce en exceso para los pacientes con esta afección.
En el portal Gastrolaweb señalan que el ajo no es recomendado para las personas que fueron o, van a ser intervenidas quirúrgicamente, de manera recientemente. “Es importante destacar que esto podría afectar la pronta recuperación del paciente”.
Otra recomendación del ajo es que puede “interactuar con los medicamentos utilizados para tratar las infecciones causadas por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH)”, lo que genera una disminución en la eficacia, así lo explica el sitio web Manual MSD.
En unCOMO aconsejan que durante el embarazo y la lactancia, el ajo “podrá ser consumido en cantidades moderadas, aunque no se recomienda el tratamiento con preparados como las cápsulas de ajo y demás formas medicinales”, pero, en todos estos casos, lo mejor es consultar siempre con el ginecólogo o médico para evitar complicaciones de salud.