Una alimentación balanceada es uno de los factores importantes para mantener un buen estado de salud. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, “ayuda a protegernos de la malnutrición en todas sus formas, así como de las enfermedades no transmisibles, entre ellas la diabetes, las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer”.
Según cifras de la Organización Panamericana de la Salud, las enfermedades cardiovasculares como el infarto y el accidente cerebrovascular son las principales causas de fallecimientos a nivel mundial, especialmente en los países de América (1.9 millones anualmente).
Es fundamental tener un estilo de vida saludable que ayude a cuidar la salud del corazón. Ejercitarse regularmente, evitar el consumo de tabaco y tener una dieta equilibrada son algunas de las maneras de hacerlo.
“El cuidado del corazón empieza con la lactancia y continúa con una alimentación saludable, comiendo más verduras, frutas y otras comidas no procesadas, así como limitando el consumo de sal, evitando las grasas trans, los azúcares y el tabaco, y también realizando actividad física durante toda la vida”, indica esta organización.
La Fundación Española del Corazón señala que una dieta balanceada es clave para la salud cardíaca. Asimismo, menciona algunos alimentos, los cuales deberían incluirse en la alimentación diaria, debido a sus beneficios para el corazón:
Nueces: ayuda a prevenir problemas cardiovasculares, gracias a su contenido alto de ácidos grasos omega-3.
Brócoli: tiene ácido fólico, zinc, hierro, calcio, vitamina K y antioxidantes.
Fresas: posee flavonoides que ayudan a dilatar las arterias y a controlar la tensión arterial.
Legumbres: son proteínas de gran calidad y al ser bajas en grasa ayudan a tener niveles normales de colesterol en el torrente sanguíneo.
Riesgos de una enfermedad cardíaca
Para evitar afecciones en el corazón, como un ataque cardíaco, es importante conocer los factores de riesgos y evitarlos (hay unos que se pueden, otros no). Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos los mencionan:
- Presión arterial alta.
- Colesterol elevado.
- Sobrepeso u obesidad.
- Prediabetes o diabetes.
- Fumar.
- No ejercitarse regularmente.
- Antecedentes familiares de parientes cercanos, los cuales hayan sufrido enfermedad cardíaca a temprana edad.
- Antecedentes de preeclampsia..
- Tener una alimentación poco saludable y hábitos alimenticios dañinos.
- Si es mujer y se tiene más de 55 años.
- Si es hombre y se tiene más de 45 años.
Ataque cardíaco
Un infarto al miocardio, también conocido como ataque cardíaco, es una emergencia médica. Si se identifican sus síntomas, se debe acudir inmediatamente a un hospital para recibir la atención profesional adecuada y disminuir el riesgo de muerte súbita (es mayor en las primeras horas).
En algunos casos una persona puede sufrir un “ataque cardíaco silencioso”, es decir, sin presentar síntomas.
Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, señala los síntomas de un infarto:
- Dolor torácico (el síntoma más común).
- Dolor en una sola parte del cuerpo o que se irradia desde el pecho a los brazos, hombro, cuello, dientes, mandíbula, área abdominal o la espalda.
- El dolor puede presentarse de forma intensa o leve y puede sentirse como si fuera una indigestión intensa, una presión fuerte o una banda apretada alrededor del pecho.
- El dolor suele tener una duración de más de 20 minutos.
- Otros síntomas que también pueden presentarse durante un ataque cardíaco son: ansiedad, tos, desmayos, mareo, vértigo, náuseas y vómitos, palpitaciones fuertes, dificultad para respirar y sudoración.
También se pueden presentar otros síntomas como:
- Ansiedad.
- Tos.
- Desmayos.
- Náuseas y vómitos.
- Palpitaciones (sensación de que el corazón está latiendo demasiado rápido o de manera irregular).
- Dificultad para respirar.
- Sudoración, la cual puede ser muy copiosa.