El proceso de perder peso en muchas oportunidades resulta complejo. Existen multitud de dietas, conceptos, mitos nutricionales y un sinfín de consejos que no siempre brindan los resultados esperados, pues el comportamiento del peso está muy relacionado con hábitos permanentes de vida saludables y la práctica regular de ejercicio.

Existen varias hormonas que tienen que ver con el control del peso y que participan en los procesos que realiza el organismo para deshacerse del exceso de grasa, o para acumularla. Una publicación del diario El Confidencial de España indica que estas se encargan de regular varias funciones importantes del cuerpo, incluyendo el metabolismo, el apetito y la digestión.

Es por esto que un desequilibrio en las mismas puede incidir en que una persona suba o baje de peso, e incluso padezca obesidad, aunque también es importante tener claro que el mismo sobrepeso puede ser responsable de este descontrol, asegura el portal Mejor con Salud.

Esto lo ratifica el Instituto Médico Europeo de Obesidad, que asegura que los desequilibrios hormonales están muy ligados a estas dos condiciones de salud. Unas veces, porque son la causa y otras la consecuencia. Es decir, cuando una persona llega a un sobrepeso considerable, los sistemas hormonales se alteran y es allí cuando se hace más difícil que pueda perder los kilos de más.

Información de la compañía de salud Sanitas explica que las hormonas son sustancias químicas segregadas por glándulas endocrinas y reguladas por el sistema endocrino. Actúan como mensajeros químicos reguladores de muchos de los procesos que ocurren en el cuerpo, y transmiten señales de una célula a otra a través del flujo sanguíneo

Los expertos aseguran que el desequilibrio hormonal es un fenómeno fisiológico que se puede presentar en cualquier momento de la vida, pero también puede estar motivado por algunas enfermedades o fármacos como los que se utilizan para controlar la hipertensión, los antidepresivos e incluso la píldora anticonceptiva.

Estas son algunas de las principales hormonas que intervienen en el control del peso y el comportamiento del metabolismo.

Leptina

Esta hormona es segregada por las células grasas y tiene la función de indicarle al cerebro que ya el cuerpo tiene suficiente energía almacenada y no necesita ingerir más calorías. Por esta razón, se le conoce como la “supresora del apetito” y su equilibrio es determinante para un peso saludable, explica el portal Mejor con Salud.

Sin embargo, el exceso de grasa la eleva generando que el cerebro no atienda a sus señales. Para evitar que esto ocurra se debe aumentar el consumo de alimentos ricos en antioxidantes, frutas y verduras, además de pescado.

Según expertos, para mantenerla activa es importante evitar las dietas estrictas y los ayunos de más de 12 horas ya que podrían generar efectos contraproducentes, pues pueden conseguir que se reduzcan los niveles de leptina en el cuerpo. También es importante hacer ejercicio, reducir el consumo de alcohol y descansar de manera adecuada.

Ghrelina

Se le conoce como la hormona del hambre y se sintetiza en el estómago y adopta el papel de orexigénico, una sustancia capaz de despertar el apetito. Lamentablemente, este no es su único efecto, también favorece la acumulación de lípidos en la grasa visceral, que es la que se sitúa en la zona abdominal y está considerada la más nociva, según un estudio desarrollado por el Laboratorio de Investigación Metabólica de la Clínica Universidad de Navarra, citado por el diario El Confidencial.

Al igual que en el caso de la leptina, para que esta hormona no se descontrole es importante no pasar periodos muy largos de tiempo sin comer y descansar correctamente.

Cortisol

Es reconocida por ser la hormona del estrés ya que es liberada cuando las personas sufren este tipo de episodios o de ansiedad. Cuando esta hormona se sube puede incidir en el peso, debido a que controla el metabolismo lipídico, protéico y glucídico. El cortisol puede provocar acumulaciones de grasa en el abdomen, además de aumentar los niveles de insulina y los antojos de consumir azúcar.

Una manera de intentar mantener esta hormona en niveles adecuados es trabajar para manejar el estrés, cosa que no siempre es tan sencilla, pero la práctica de ejercicio, yoga o cualquier deporte pueden ser una buena opción.

Insulina

Esta hormona, además de controlar el nivel de azúcar en la sangre, también influye en el metabolismo, por lo que incide en la pérdida o ganancia de peso. Además, esta hormona afecta a algunas enzimas relacionadas con el aprovechamiento de grasas, como la trigliceridolipasa.

Para mantener los niveles de insulina lo ideal es llevar una dieta saludable, bajar el consumo de azúcares y carbohidratos no saludables, además de realizar actividad física.

Colecistoquinina

Se trata de una hormona intestinal que controla el apetito. Se activa como respuesta a la llegada de grasas y proteínas al intestino ya que es la responsable de estimular su digestión. Al ser liberada se disminuye la ingesta de alimentos y se presenta sensación de saciedad.

Una manera de activar la secreción de colecistoquinina es comer frutos secos. Este alimento resulta saludable, no interfiere con las dietas y ayuda a promover que el organismo no sienta hambre.