La importancia del sueño para tener una calidad de vida óptima no se discute. La necesidad de tener un momento, en este caso de seis a ocho horas, de quietud es una parte fundamental del ciclo humano que cada día hay que fortalecer y saber de qué manera sacarle más provecho para que las frases ‘dormí, pero no descansé' o ‘amanecí más cansado de lo que me acosté' no sean el pan de cada día.

Además de las pastillas para poder dormir, de algunos calmantes, o de situaciones extremas como una borrachera, o situaciones asociadas a la narcolepsia (somnolencia excesiva), las ayudas naturales o caseras suelen ser un buen método para poder dormir bien y mejor cuando esas largas noche sin poder dormir y dando vueltas en la cama aparecen.

El té de manzanilla es muy utilizado para tratar la pérdida de sueño. | Foto: Libre de derechos

Existen varias bebidas que la medicina alternativa pone a disposición de las personas que sufren trastornos para poder dormir, insomnio o pérdida temporal de conciliar el sueño para que este problema pueda ser tratado de manera natural.

Una de las maneras más populares para poder dormir rápido es consumir té de valeriana, una planta originaria de Asia a la cual se le atribuyen cualidades para tratar ese terrible insomnio que puede desesperar a cualquier persona. Este té también es conocido para tratar alternativamente episodios de ansiedad, depresión y síntomas menopáusicos.

Otro té que puede ayudar a conciliar el sueño es el té de pasiflora, el cual se utiliza también para tratar la ansiedad y para mejorar la calidad del sueño. Con esta bebida no solamente dormirá rápido sino mejor.

La conocida ‘leche dorada’ también goza de gran popularidad para poder dormir bien, esta unión de canela, cúrcuma, jengibre y leche es ideal para tratar lo síntomas de la ansiedad, además la cúrcuma es bien conocida por ser un buen desinflamante y por ayudar a conciliar el sueño de manera natural.

El té de manzanilla no puede faltar ya que es una fiel bebida para acompañar las noches frías y de igual manera para descansar bien. Incluso, es tan conocido este té para mejorar la calidad del sueño, que en 2017, un estudio publicado por el Centro Nacional para la Información Biotecnológica de Estados Unidos, reveló que el té de manzanilla mejoró la calidad del sueño en adultos mayores y también en su rendimiento diario.

El no poder dormir causa estrés y desesperación por quién padece este fenómeno. | Foto: Getty Images / turk_stock_photographer

Para tener un sueño reparador se recomienda igualmente la leche del almendras, cuyos beneficios van desde la regulación de neurotransmisores hasta el control de los ciclos de sueño, y el jugo de cerezo el cual incluye melatonina y ayuda a que el cuerpo entre en reposo y descanso.

Los trastornos de sueño suelen desesperar a quien los padece, por ese motivo el mejor consejo es consultar con su médico de confianza el porqué está sufriendo esta situación y el cómo podría tratar este fenómeno. Los especialistas en salud sabrán qué consejo darle adaptado a sus condiciones fisiológicas.

Además de tomar algunas de las bebidas mencionadas, también puede acompañar con algunos actos simples y sencillos para poder conciliar el sueño. Dejar de lado el celular, apagar el televisor a la misma hora, cenar adecuadamente tres o cuatro horas antes de ir a descansar, realizar alguna actividad física para que el cuerpo tenga la necesidad de descansar y tener un tiempo a solas para reflexionar u orar son acciones que puede realizar para que el cuerpo se sienta cómodo con el ambiente en el que está y pueda comenzar a dormir adecuadamente y sastisfactoriamente.

Para cada edad hay un cantidad de horas de sueño establecida. | Foto: 2006 Tina Stallard

Recuerde que para cada edad existen tiempos ideales de sueño al día, los bebés de cuatro a doce meses deben dormir entre 12 y 16 horas; los niños de uno a dos años de 11 a 14 horas; los niños de tres a cinco años de 10 a 13 horas; los niños de seis a doce años de 9 a 12 horas; los adolescentes de trece a dieciocho años de 8 a 10 horas; y de diecinueve años en adelante de 7 a 8 horas. (Se cuentan las siestas en estos tiempos).