La obesidad y el sobrepeso hacen referencia a la acumulación anormal o excesiva de grasa en el organismo que perjudica la salud. Estas afecciones suelen aumentar el riesgo de padecer diabetes, enfermedades cardíacas, derrames cerebrales, artritis y ciertos cánceres.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), a nivel mundial, el sobrepeso y la obesidad están vinculados con un mayor número de muertes que la insuficiencia ponderal. En cuanto a la obesidad infantil, esta se asocia con una mayor probabilidad de obesidad, muerte prematura y discapacidad en la edad adulta.

Tanto el sobrepeso como la obesidad, así como las enfermedades no transmisibles vinculadas, pueden prevenirse en su mayoría. Por esta razón, es importante tener una dieta alimenticia en la que se limite la ingesta energética procedente de la cantidad de grasa total y de azúcares, realizar una actividad física periódica y aumentar el consumo de grutas y verduras.

Según datos de la OMS, cada año, un total de 1,7 millones de vidas podrían salvarse si se aumentara lo suficiente la ingesta de frutas y verduras.

Con ello, es importante reconocer que algunos de estos alimentos le aportan al organismo altas cantidades de vitaminas, fibra, minerales y agua, que son componentes ideales para eliminar toxinas y acelerar el metabolismo.

Adicional a ello, contiene muy pocas calorías y algunas tienen un gran poder saciante que disminuye la ansiedad por comer.

En ese sentido, el portal web Elle ha dado a conocer nueve frutas que ayudan a prevenir la obesidad y del mismo modo protegen el sistema inmunológico:

  • Fresa: este alimento es rico en agua y un aliado ideal para controlar el peso. Gracias a su alto contenido de vitaminas y minerales, también tiene un poder depurativo que ayuda al organismo a no retener líquidos y eliminar con facilidad las toxinas.
  • Kiwi: esta fruta cítrica es una de las más completas porque contiene vitamina C, vitamina E y vitamina A, potasio, calcio, cobre, magnesio y fibra, lo cual la hace muy funcional para regular el metabolismo y reducir el apetito.
  • Pomelo: a pesar de no ser una fruta muy conocida, se caracteriza por ser cítrica de sabor amargo que ayuda a acelerar el metabolismo y a quemar calorías. Sus propiedades saciantes y su alto contenido de fibra ayudan a controlar los niveles de glucosa en sangre. Así mismo, contiene una sustancia denominada naringenina que es la sustancia que se encarga de quemar con mayor facilidad los ácidos grasos.
  • Sandía: al ser rica en licopeno, un poderoso antioxidante que favorece la expulsión de toxinas. Como tal, la sandía tiene una alta composición de agua, por lo cual su contenido calórico es muy bajo y esta es una de las razones del por qué es una fruta ideal para prevenir la obesidad.
  • Papaya: esta fruta contiene 90 % de agua y esto hace que el organismo elimine en mayor cantidad las toxinas. También contiene papaína, una enzima que mejora la digestión de las proteínas y favorece la combustión de grasas.