Una alimentación saludable es fundamental para el bienestar del organismo. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, esta es una de las herramientas para evitar y combatir enfermedades no transmisibles.
“Llevar una dieta sana a lo largo de la vida ayuda a prevenir la malnutrición en todas sus formas, así como diferentes enfermedades no transmisibles y trastornos. Sin embargo, el aumento de la producción de alimentos procesados, la rápida urbanización y el cambio en los estilos de vida han dado lugar a un cambio en los hábitos alimentarios. Actualmente, las personas consumen más alimentos hipercalóricos, grasas, azúcares libres y sal/sodio; por otra parte, muchas personas no comen suficientes frutas, verduras y fibra dietética, como por ejemplo cereales integrales”, explica la entidad.
Según los Centros para el Control y la Prevención de enfermedades un plan de alimentación saludable se caracteriza por:
- Resaltar la importancia del consumo de frutos, verduras, cereales integrales, leche y productos lácteos sin o bajos en grasa.
- Tener poca cantidad de grasas saturadas, grasas trans, colesterol, sal y azúcares agregados.
Además de elegir los alimentos nutritivos también se debe tener en cuenta que el horario de las comidas es importante, para que el cuerpo y el metabolismo puedan hacer su trabajo óptimamente. Asimismo, esto puede ayudar a combatir enfermedades como la diabetes tipo 2 y enfermedades cardíacas.
Desayuno
Según explica El Universo se recomienda desayunar una hora después de levantarse. Lo ideal es hacerlo entre las seis y diez de la mañana.
Almuerzo
La diferencia de horas entre el almuerzo y el desayuno debe ser de 4 a 5 horas. “Una investigación confirma que almorzar fuera del horario establecido en el reloj biológico favorece la obesidad. El comer después de las 15:00 dificulta la pérdida de peso, estableciendo que la mejor hora para hacerlo está entre las 12:30 y las 13:30″, detalla el sitio web.
Merienda o cena
Las horas ideales para comer la cena son entre las 6:30 p. m. y las 7:00 p. m. Este horario le da tiempo al cuerpo para descansar y renovar sus tejidos, explica El Universo. “Se recomienda cenar entre cuatro y cinco horas después del almuerzo, pero para no ser tan estrictos con el horario, como mínimo debemos cenar unas dos horas antes de dormir y ayudar así al proceso digestivo”.
Consejos para una alimentación saludable
Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro, dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, señala algunas recomendaciones para tener en cuenta, enfocadas en reemplazar las grasas saturadas, que tanto daño hacen al organismo:
- Reemplazar la mantequilla, utilizando aceite. Por ejemplo, se puede saltear con aceite de oliva y aceite de canola para hornear.
- Aumentar el consumo del salmón, que es un pescado rico en ácidos grasos omega-3. Repetirlo dos veces a la semana.
- Escoger carne magra y carnes de aves de corral sin piel. Eliminar la grasa y la piel de la carne de las aves.
- Evitar al máximo el consumo de alimentos procesados. Si se tiene hambre, se puede elegir comer frutas y vegetales.
Algunas investigaciones, explica Mayo Clinic, demuestran que “comer alimentos ricos en grasas insaturadas en lugar de grasas saturadas mejora los niveles de colesterol en la sangre, lo que puede disminuir el riesgo de ataque cardíaco y de accidente cerebrovascular”.
Cabe resaltar que, aunque las grasas saturadas no son muy saludables para el organismo, no quiere decir que se deban eliminar por completo de la dieta, sino que se debe moderar su consumo y la cantidad. Los expertos recomiendan la ingesta de comidas ricas en grasas insaturadas para reemplazar las grasas saturadas. Como una forma de reemplazo, no para combinarlas.