El crecimiento de los seres humanos es un proceso normal de su evolución y desarrollo. Son cambios fisiológicos que se presentan de forma gradual a medida que se alargan los huesos. También se pueden registrar aumentos en el peso.

Los estirones más notables del cuerpo se presentan en el primer año de vida, entre los cinco y siete años y luego en la adolescencia. A este se le conoce con el nombre de estirón puberal y constituye el último momento de crecimiento rápido tanto de hombres como de mujeres. Normalmente se da entre los 10 y los 19 años, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En esta edad promedio se detiene el crecimiento de la mayoría de partes del cuerpo. Sin embargo, hay dos particularmente que no se detienen. Se trata de la nariz y las orejas.

Esto obedece a que son órganos formados por cartílagos. El cartílago es un tipo de tejido que está tanto en las articulaciones como en otras partes del cuerpo. Su presencia en la nariz sirve para mantener su estructura y su forma. Sin embargo, con el tiempo las fibras y el colágeno que componen el cartílago comienzan a descomponerse, por lo que se pueden presentar estiramientos.

Las orejas son una de las dos partes del cuerpo humano que crecen durante toda la vida. | Foto: nicolas_

Adicionalmente, a medida que avanzan los años, la piel se hace cada vez más laxa y se desprende del cartílago aumentando su volumen. Es por este motivo que las personas de mayor edad pueden reflejar mayor tamaño en estas partes del cuerpo.

Al perder volumen en la cara con la vejez, el aumento del tamaño de orejas y nariz se nota mucho más, según lo explica Arthur W. Perry, cirujano plástico del Perry Plastic Surgery Center, de Nueva York, en un artículo publicado por el portal 20Minutos.

Este es un proceso que con el paso de los años ha sido analizado. “En 1993, un grupo de médicos británicos liderados por el doctor James Heathcote, realizó un estudio que analizó a 206 pacientes de más de 30 años. Observaron que las orejas crecían una media de 0,22 milímetros al año, de tal manera que en 50 años, las orejas aumentaban, en promedio, un centímetro su tamaño”, precisa el mencionado sitio web.

Luego en 1999 se llevó a cabo otra investigación en la que se concluyó que el crecimiento de las orejas se producía tanto en hombres como en mujeres. No obstante, se determinó que en el género masculino, el crecimiento era mayor.

La nariz está formada por un cartílago y fibras que pueden ir perdiendo consistencia con el paso de los años. | Foto: Getty

Otros análisis

Por otro lado, en un artículo publicado en la revista estadounidense Reader’s Digest, el doctor Ryan Neinstein, cirujano plástico de NYC Surgical Associates y Neinstein Plastic Surgery, explicó que estas dos partes faciales se comportan de forma totalmente diferente al resto del cuerpo.

En su concepto, cuando las células del cuerpo, como las óseas, musculares y grasas, dejan de duplicarse, las personas dejan de crecer. Esto no significa que las células en sí mismas no puedan crecer, sí lo hacen y esto es lo que permite, por ejemplo, que las personas desarrollen músculo. Sin embargo, la mayoría de las células dejan de dividirse, y en muchas partes del cuerpo, el número de células queda bloqueado después de la pubertad.

La nariz y las orejas son partes del cuerpo únicas, que están compuestas de tejidos blandos envueltos en cartílago y es este tejido blando el que sigue creciendo durante toda la vida. Esto quiere decir, que en la vejez las personas tienen más células en la nariz y en las orejas que cuando tenían 20 años.

Para este experto, el crecimiento de estas partes no obedece específicamente a la gravedad, ya que no crecen solo hacia abajo, sino que lo hacen de manera uniforme.

Estas dos partes se unen a las uñas y el pelo que nunca dejan de crecer. Sin embargo, muchos factores inciden en que el pelo crezca con más o menos rapidez, algunos de ellos son el tipo de alimentación y los productos que se usan para lavarlo.

Por su parte, las uñas, al igual que el pelo están compuestas por queratina, lo que hace que en la base se formen células nuevas con regularidad, motivando el continuo crecimiento.