Si bien las verduras se consideran una parte fundamental de una dieta, teniendo en cuenta su alto contenido de nutrientes y que son bajas en grasas y calorías, existen algunas que pueden hacer que la persona aumente de peso.
Lo anterior, debido a que algunas verduras pueden contener más calorías o carbohidratos que otras.
Por lo tanto, algunas de las verduras que pueden hacer subir de peso, son la calabaza, las patatas y el maíz.
Entre tanto, también se encuentran aquellas verduras que pueden hacer bajar de peso a la persona. Estas son: las espinacas, el calabacín, el pimentón, el brócoli y la coliflor.
Y es que el proceso largo y complejo de la perdida de peso es frustrante para algunas personas, pues el probar varios métodos sin lograr llegar a los resultados esperados es motivo suficiente para desechar el objetivo, sin embargo, hay otros tantos que a pesar de no lograr la baja de peso, continúan las arduas investigaciones para saber qué les podría ser efectivo.
Los expertos también en su obligatoriedad como profesionales, siguen indagando de formas que logren ayudar a las personas y recientemente, según investigadores de CIBERDEM en el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (IIB Sant Pau), encontraron que la nicotinamida, una forma de vitamina B3, actúa como quemagrasas y protege de la obesidad.
También conocida como Niacina, esta vitamina se encuentra en una gran variedad de alimentos y no solo tiene beneficios para la perdida de peso, a su vez es de gran ayuda al aparato digestivo, la piel y los nervios. A continuación, una lista de algunas comidas que mantienen esta vitamina quemagrasas:
- La leche.
- Los huevos.
- Los panes y cereales enriquecidos.
- El arroz.
- El pescado.
- Las carnes magras.
- Las legumbres.
- Los maníes.
- Las aves de corral.
Dormir con la luz encendida podría causar aumento de peso, según estudio
De acuerdo con un estudio, dormir con una luz artificial encendida puede aumentar el riesgo de aumento de peso y obesidad en las personas.
Para llevar a cabo en estudio, los investigadores consultaron a más de 43.000 mujeres entre 35 y 74 años, si dormían sin luces, con una pequeña luz de noche, con luces encendidas fuera de la habitación, o con una luz o televisión encendida en su cuarto.
Para hacer parte de este estudio, los investigadores también consultaron a las mujeres su estatura, peso, índice de masa corporal y medidas de cintura y cadera.
Transcurridos cinco años y medio, los científicos revisaron las medidas de estas mujeres y fue allí donde se percataron de los cambios que habían tenido en sus tallas.
Aseguran que las mujeres que dormían con la luz o televisión encendidas tenían 17 % más de probabilidades de haber aumentado unas 11 libras o más durante el estudio.
Entre tanto, la luz del exterior de la habitación tuvo menos impacto.
Además, en el estudio se estableció que aquellas mujeres que dormían con una pequeña luz de noche o sin luces, no tenían diferencias en el aumento de peso.
“Las dietas poco saludables y altas en calorías y los comportamientos sedentarios han sido los factores más comúnmente citados para explicar el aumento continuo de la obesidad”, señaló el doctor Yong-Moon (Mark) Park, investigador del National Institutes of Health (NIH).
Vale destacar que, aunque otros factores pueden haber contribuido al aumento de peso en las mujeres que hicieron parte del estudio, los investigadores tomaron en cuenta todos los factores mencionados anteriormente.