La obesidad es el resultado del consumo excesivo de comidas que le aportan más calorías al cuerpo que nutrientes, convirtiéndola en un problema de salud pública, que quienes se encuentran en sobrepeso aumentan las probabilidades de desarrollar una enfermedad cardíaca.
“En 2016 había más de 340 millones de niños y adolescentes (de 5 a 19 años) con sobrepeso u obesidad”, asegura la Organización Mundial para la Salud (OMS).
Es entonces que las autoridades han exigido a las empresas productoras de alimentos etiquetar los compuestos más relevantes que pueden perjudicar el organismo, como las grasas trans o saturadas. Asimismo, aquellos alimentos que tienen un alto contenido en sodio, mismo que altera la tensión arterial.
Las grasas trans
De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, MedlinePlus, este tipo de grasas son las más perjudiciales para la salud. A diferencia de las grasas saturadas -también dañinas- estas pasan de un estado líquido a uno sólido, ejemplo de ello, es la margarina.
Los alimentos que están compuestos de este tipo de grasas son aquellos que son empacados, son fritos u horneados. La institución americana señala que aunque la carne y los productos lácteos también tienen grasas trans, estas son naturales, cosa que no ocurre con los alimentos ya nombrados.
Las grasas saturadas
Medline Plus puntualiza que algunos aceites tienen esta clase de grasa que tiene como característica principal la solidez, que al igual que las trans tienden a ser factores que inciden en el desarrollo de enfermedades cardiacas, entre ellas, el incremento de colesterol LDL. Los alimentos que encabezan la lista son la leche entera y el helado.
Alimentos azucarados
El Instituto Nacional del Cáncer asegura que el cerebro se ve perjudicado cuando hay altos niveles de azúcar en el torrente sanguíneo como cuando no los hay. Es entonces que al ser un órgano imprescindible para el cuerpo requiere energía, misma que se obtiene de la glucosa.
Cuando la glucosa está elevada se relaciona con la hiperglucemia, y por ende, con la diabetes, por lo que la organización insta a un consumo moderado de alimentos ricos en azúcar, ya que al ser un factor relevante en esta enfermedad mencionada puede dañar los nervios.
Por consiguiente, no es lo mismo consumir alimentos ricos en azúcar natural a otros que tiene añadida, y tal vez, no le aportan nutrientes al cuerpo, este es el claro ejemplo de las frutas y los postres, respectivamente.
En conclusión, alimentos como la hamburguesa, el perro caliente, las papas fritas, las bebidas azucaradas, entre otras, deben ser evitadas o reducir su ingesta por los perjuicios que provocan al cuerpo.
¿Por cuáles grasas insaturadas se pueden reemplazar?
Los anteriores alimentos descritos ricos en grasas no saludables pueden ser reemplazados por otras que son saludables, mismas que se clasifican en poliinsaturadas y monoinsaturadas.
Es decir que todas las grasas sanas tienen un efecto contrario sobre la salud, como por ejemplo, “mejora los niveles de colesterol en la sangre”, asegura la Clínica Mayo.
El alimento a destacar que contiene los dos tipos de grasas es el aguacate, que tiene muchas propiedades que nutren el organismo y colabora en la pérdida de peso. Sin embargo, una alta ingesta puede ser perjudicial para la salud y para quien busca adelgazar.
También los frutos secos son ricos en estas grasas insaturadas que al ser incluidos en una dieta balanceada aportan muchos beneficios.
En el caso de las bebidas, se puede reducir la ingesta de gaseosas y otros líquidos ya azucarados, por los naturales, incluso darle prelación al agua, misma que tiene la capacidad de contrarrestar el estreñimiento.