Si bien envejecer es un proceso natural y biológico al que ninguna persona escapa, adoptar hábitos para que esto no suceda de manera prematura es clave. Beber mucha agua, comer sano y hacer ejercicio, son prácticas que no deberían faltar en el día a día de nadie.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el envejecimiento como la acumulación de una gran variedad de daños moleculares y celulares a lo largo del tiempo, que lleva a un descenso gradual de las capacidades físicas y mentales y a un mayor riesgo de presentar enfermedades.

En este proceso temas como la genética, la alimentación y la actividad física juegan un papel importante. La dieta diaria puede ser el principal aliado o el mayor enemigo. La ingesta de frutas y verduras es determinante para cuidar la salud del organismo y, por el contrario, alimentos como los procesados, los ricos en grasas saturadas y aquellos que contienen mucho azúcar deberían evitarse. Estos son algunos a los que se les debería decir no.

La alimentación es determinante para retrasar el envejecimiento prematuro. Getty Images. | Foto: Getty Images

Harinas refinadas

Los expertos aseguran que alimentos como el pan blanco, la pasta, el arroz y otros cereales refinados carecen de minerales beneficiosos y contienen almidones de rápida absorción. Esto acelera el envejecimiento al causar inflamación de los tejidos. Por esta razón, lo ideal es reemplazarlos por granos integrales más saludables y sin procesar, precisa una publicación del portal La Vida Lúcida.

Alcohol

Existe la creencia de que el alcohol es beneficioso para la salud porque es una fuente de antioxidantes, sin embargo, los especialistas aseguran que son más los efectos negativos que los positivos, si se consume de manera habitual. Una publicación del diario La Vanguardia de España, asegura que este producto también potencia la inflamación interna de los tejidos, que puede degenerar en el envejecimiento prematuro.

El consumo de café en exceso puede acelerar el envejecimiento. | Foto: Getty Images

Cafeína en exceso

El café es un producto aliado de la salud, pero en exceso también puede causar efectos adversos. Se ha demostrado que esta bebida aumenta los niveles de cortisol (hormona del estrés), provocando un aumento de la insulina en el cuerpo, así como un aumento de la inflamación celular y la alteración de la barrera cutánea, precisa la publicación de La Vida Lúcida.

Comida rápida

Las grasas trans de este tipo de alimentos contribuyen al desarrollo de procesos de inflamación crónicos que deterioran la salud, precisa el sitio web Salud Digital. Específicamente en lo que tiene que ver con la piel, esta fuente señala que el consumo de estos productos la hacen más vulnerable a los rayos del sol, al tiempo que obstruyen las arterias y los vasos sanguíneos. Lo ideal es incluir en la dieta grasas saludables como el aceite de oliva.

Carnes procesadas

Los sulfitos, así como otras sustancias conservantes de ciertas carnes, provocan problemas serios, como inflamación en la piel y enrojecimiento. Además, normalmente estos alimentos son ricos en sal, la cual aumenta el riesgo de retención de líquidos, al tiempo que favorece la celulitis. El sodio se relaciona con el envejecimiento de las células.

Las carnes procesadas tienen una alta cantidad de sodio, que al final tiene incidencia negativa en el organismo. | Foto: Getty Images

Otros malos hábitos

Estos son otros malos hábitos que deberían evitarse para cuidar la salud y prevenir que el avance de la edad se manifieste en el cuerpo de manera rápida.

  • Fumar: estudios publicados por la Biblioteca Nacional de Medicina y por los Institutos Nacionales de Salud, afirman que fumar restringe el flujo de sangre pura y de oxígeno necesarios para el rejuvenecimiento de las células de la piel, por lo que le quita al rostro nutrientes vitales.
  • No dormir suficiente: dormir pocas horas provoca ojeras, pero además afecta la belleza de la piel. Las células de la epidermis tienen un ritmo circadiano, al igual que el sueño, de manera que si la persona no duerme lo suficiente esas células no se pueden reparar de todas las afectaciones generadas a lo largo del día.
No dormir bien ayuda a que se genere envejecimiento prematuro. | Foto: Getty Images
  • No usar protección solar: la exposición a los rayos ultravioleta es la principal causa del envejecimiento prematuro y por ello la recomendación de los expertos es siempre utilizar un protector solar con un índice de protección entre 30 y 50 cuando se esté al aire libre.
  • No hidratarse bien: el agua es clave para mantener el equilibrio interno y la función de los tejidos de la piel, por eso el consumo mínimo diario debe ser de dos litros de este líquido.