La memoria es una función determinante del sistema nervioso central y es clave en la vida de todo ser humano, pues es la capacidad que tienen las personas para retener y recuperar la información de hechos y experiencias vividas.

Es una función que les permite a los individuos recordar sensaciones, ideas, relaciones y todo tipo de situaciones vividas, según el portal Cognifit. Sin embargo, con frecuencia se expone a factores que pueden afectarla.

Por ejemplo, la permanente exposición al estrés y las toxinas del ambiente, así como los malos hábitos de vida y la ingesta de una alimentación poco saludable, son factores que pueden estar relacionados con el cansancio y la disminución del rendimiento mental.

Para cuidar la memoria y la salud del cerebro, la alimentación es muy importante, pues esta no solo tiene incidencia en el organismo, sino también en las funciones cognitivas. Algunos de los alimentos que pueden resultar saludables son los siguientes.

Aguacates: Si bien se trata de una fruta con alto contenido de grasas, lo cierto es que estas son monoinsaturadas, un tipo de grasas benéfico para el organismo, pues, entre otras cosas, ayuda a controlar los niveles de azúcar en la sangre, así como a regular la presión arterial, la cual está relacionada con el deterioro cognitivo, según precisa un artículo del portal Psicología y Mente, escrito por Unai Aso Poza.

El aguacate es rico en ácido fólico, que ayuda al organismo a mantener y crear nuevas células, así como vitamina K, esencial para prevenir los coágulos sanguíneos en el cerebro y mantener los huesos fuertes.

Verduras de hoja verde: Estos alimentos son especialmente recomendados para las personas mayores. Según un estudio publicado en la revista Neurology, las personas de 58 a 99 años que consumen media taza colmada de vegetales de hoja verde cocidos, o una taza de éstas crudas cada día, tienen menos deterioro cognitivo y de memoria. Los científicos recomiendan consumir por lo menos seis porciones semejantes por semana.

Aceite de coco: La publicación de Psicología y Mente indica que este alimento contiene altos niveles de triglicéridos de cadena media que ayudan a descomponer las cetonas, que son subproductos que actúan como combustible para las células del cerebro. Además, posee propiedades antiinflamatorias que ayudan a suprimir la inflamación en las células.

Bayas: Si bien todas las frutas aportan beneficios nutritivos tanto al cuerpo como al cerebro, a las bayas se les atribuyen propiedades importantes para proteger a este último y fortalecer la memoria. De acuerdo con una investigación publicada en la revista Annals of Neurology, y citada por AARP, organización estadounidense que atiende a personas mayores de 50 años, las mujeres de 70 años o más que consumen una o dos porciones de media taza de arándanos azules y fresas por semana tienen cerebros que funcionan como si fueran dos años y medio más jóvenes que los de las mujeres que casi no ingieren bayas.

Pescados azules: Pescados como el salmón, el arenque y la caballa son fuente de ácidos grasos omega-3, esenciales para la salud de las células del cerebro, el aprendizaje y la memoria. “Se ha comprobado que las personas con altos niveles de omega-3 incrementan la producción del flujo sanguíneo en el cerebro. Además, también se ha observado que existe una conexión entre este ácido graso y una mejor capacidad para procesar información”, precisa Psicología y Mente.

Cacao: sus granos son una fuente importante de flavonoides antioxidantes, los cuales pueden acumularse en el cerebro, especialmente en las regiones relacionadas con el aprendizaje y la memoria, y se dice que podrían evitar el daño y proteger la salud de este órgano a largo plazo.

Aceite de oliva: el extra virgen contiene una buena cantidad de antioxidantes llamados polifenoles, los cuales, de acuerdo con algunas investigaciones, ayudan a mejorar la memoria y el aprendizaje. Los estudios también indican que podrían ayudar a revertir las enfermedades relacionadas con la edad que reducen las habilidades cognitivas y a combatir las proteínas tóxicas relacionadas con la enfermedad de Alzheimer.