La diabetes es una enfermedad crónica, la cual permanece en el organismo, por lo que los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos detallan que su principal impacto se da en que, desfavorablemente, “afecta la forma en que el cuerpo convierte los alimentos en energía”.
Asimismo, los expertos dan a conocer que esta afección trunca la insulina y eso conduce a se acumule el azúcar en la sangre. Con el paso del tiempo, debido a estas altas cantidades, se producen otras consecuencias en el organismo, como “enfermedad del corazón, pérdida de la visión y enfermedad de los riñones”.
Por su parte, Medlineplus, el portal web de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, señala que hay que saber sobre los dos tipos que hay de diabetes. Por una lado, la diabetes tipo 1, la cual no produce insulina; por el otro, la diabetes tipo 2, de mayor diagnóstico, y aparece cuando “el cuerpo no produce o no usa la insulina de manera adecuada”.
En ese orden de ideas, si se tiene diabetes hay que prevenir que, con el paso del tiempo, el azúcar siga apareciendo de mayor forma. Además, incluso, si la persona no tiene esta enfermedad, nunca está de más comenzar lo más rápido posible a prevenirla.
Como se hizo mención al principio, la diabetes “afecta la forma en que el cuerpo convierte los alimentos en energía”. En ese sentido, la comida es esencial para trasformar o mejorar los signos que producen la diabetes.
Las clases de alimentos no recomendados para la diabetes
Teniendo en cuenta consideraciones compartidas por el Instituto Nacional de Diabetes, Enfermedades Digestivas y Renales de EE. UU, se deben limitar ciertos alimentos si la persona tiene diabetes, pero también como acción emergente para no resultar siendo una víctima más de la afección crónica.
Así las cosas, estas son las clases de alimentos menos prósperas para el tratamiento de la diabetes en las personas, según el citado instituto especializado:
- Alimentos fritos y otros ricos en grasas saturadas y grasas trans.
- Alimentos con alto contenido de sal, también llamado sodio.
- Dulces, como productos horneados y helados.
- Bebidas con azúcares agregados, como jugos, gaseosas y bebidas regulares para deporte o energéticas.
Para los especialistas, el líquido más efectivo para controlar la diabetes es el agua. Asimismo, si la persona toma café o té, es mejor si añadirle azúcar.
Otra recomendación es prescindir del consumo de alcohol, pero si sucede hay que proceder con moderación, “no más de un trago al día si es mujer o dos tragos al día si es hombre”. En adición, los conocedores del tema precisan que si el diabético toma bebidas alcohólicas, debe hacerlo luego de consumir algún alimento.
Tampoco hay que sobreararse en las comidas, es decir, la alimentación balanceada tiene cantidades puntuales las cuales son instruidas por profesionales en nutrición, según el cuerpo de cada paciente.
Medlineplus consigna que, por lo general, no hay que pasarse de tres comidas pequeñas y tres refrigerios por día. Al lado de la diabetes, la obesidad también puede entrometerse, así que lo más consciente es mantener un peso saludable y realizar ejercicio.
Antes de terminar, los especialistas norteamericanos adjuntan que ningún alimento está relativamente prohibido, pero es necesario pensar en el bienestar del organismo antes de llevarlo a la boca. Frutas, verduras, granos, alimentos proteicos y lácteos, es lo más aconsejable para comer con diabetes.
En cuanto a los aceites o grasas, hay que elegir alimentos “que sean ricos en grasas poliinsaturadas o monoinsaturadas. Estos incluyen pescado, nueces y aceites vegetales”.
Nota: la alimentación es un acto de responsabilidad, pero también de acceso.
¿Cuál es la mejor hora para dormir si se tiene hipertensión?
Cuando una persona sufre de alguna afección o enfermedad en especial tiene que seguir unos lineamientos médicos establecidos en pro de mejorar o aliviar la condición de salud que vive.
Por ejemplo, en el caso de la hipertensión, los individuos que la padecen deben aumentar el consumo de un mineral como el potasio. Además, los expertos recomiendan una hora en específico para irse a dormir, la cual contribuye a reducir los niveles de presión arterial alta.
La presión arterial es el cálculo de la fuerza ejercida contra las paredes de las arterias a medida que el corazón bombea sangre al resto del cuerpo, y la hipertensión es el término que se utiliza para describir la presión arterial alta, de acuerdo con Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
Las lecturas de la presión arterial generalmente se dan como dos números: el número superior se denomina presión arterial sistólica y el número inferior se llama presión arterial diastólica; por ejemplo, 120 sobre 80 (escrito como 120/80 mm Hg).
En consecuencia, la biblioteca explicó que se mide de la siguiente forma:
- Una presión arterial normal es menor a 120/80 mm Hg la mayoría de las veces.
- Una presión arterial alta (hipertensión) es mayor a 130/80 mm Hg la mayoría de las veces.
- Si el número superior de la presión arterial está entre 120 y 130 mm Hg y el número inferior es menor a 80 mm Hg, se denomina presión arterial elevada.
Ahora bien, según un estudio de la revista Postgraduate Medicine, reseñada por el portal Voz Pópuli, la hora ideal para dormir si se tiene hipertensión son las 11:00 p.m.
“Los hombres que se van a dormir cada noche a las 23 horas tienen un 32 por ciento menos de probabilidades de tener hipertensión que aquellos que se van antes o después de esa hora. En el caso de las mujeres, el estudio determina que la mejor hora para irse a dormir para combatir la hipertensión es una hora después que los hombres, a las 12 de la noche”, explica la plataforma.