Guardar comida en el refrigerador o las ollas y recalentarla para otro momento del día es una práctica frecuente en varios hogares. De hecho, el popular ‘calentado’ suele basar su preparación en esta dinámica. Sin embargo, existen alimentos que podrían resultar perjudiciales para la salud si se someten a este proceso.
De acuerdo con un artículo publicado en el portal Mejor con salud, es importante seguir algunos consejos al momento de recalentar la comida para que el resultado sea seguro para la salud:
- El recalentamiento se debe hacer rápidamente y alcanzar una temperatura de 70º C en el centro del producto.
- Se recomienda recalentar sólo la cantidad de comida que se va a ingerir
- Según un estudio de Eroski Consumer, citado por Mejor con salud, los alimentos cocidos no deben entrar en contacto con alimentos crudos ya que podría haber contaminación cruzada.
- Es importante tener en cuenta que los ingredientes son diferentes y requieren temperaturas especiales para calentarse correctamente. Por eso, cuando se recaliente comidas, se recomienda cubrirlos para que el proceso sea homogéneo.
- Para evitar que la comida se dañe. el artículo citado también recomienda congelar los alimentos si no se van a consumir en un plazo máximo de cuatro días.
Alimentos que no se deberían recalentar
De acuerdo con la información de Mejor con salud, existen alimentos que podrían desarrollar características nocivas para la salud si se recalientan. Algunos de ellos son bastante comunes, por lo que conviene atender a cuáles son los riesgos y consultarlo con expertos en salud y nutrición para obtener una panorama adecuado.
El pollo
La carne de pollo es uno de los alimentos que no suele faltar en las dietas que integran proteína animal. Según anota el artículo citado, gracias a que no se descompone tan fácil y que conserva su sabor, las personas no lo piensan dos veces antes de guardarlo en el refrigerados. Sin embargo, este proceso alteraría su composición y podría derivar en problemas digestivos.
Por esta razón, Mejor con salud sugiere que el pollo se debería consumir, en su totalidad, recién preparado cuando enfríe por completo en las horas posteriores a su preparación. En caso contrato, la mejor opción para recalentarlo es hacerlo a baja temperatura.
Las setas o callampas
Este tipo de hongo tiene diferentes formas de preparación, sin embargo, lo más recomendable es consumirlas frescas para aprovechar al máximo sus propiedades nutritivas.
Según advierte Mejor con salud, la mejor opción para ingerir las setas es justo después de haber sido preparadas. En caso de que hayan sobrado durante la comida, se recomienda consumirlas frías durante las horas siguientes, ya que, al ser recalentadas, sufren cambios en su composición y podrían desencadenar dolores de estómago e hinchazón.
Las papas
También conocidas como patatas, este tubérculo puede conservarse en el refrigerados durante varios días, sin embargo, cuando se recalienta, se altera su sabor, se reducen sus propiedades y podría desarrollar características tóxicas para el organismo, según menciona la información del portal Mejor con salud.
Como alternativa, el artículo citado sugiere reutilizar las patatas preparando puré o en una ensalada fría.
Las espinacas y remolachas
Estos vegetales son ricos en nitrato, un compuesto que al ser sometido bruscamente a altas temperaturas se convierte en nitrito, el cual puede tener efectos nocivos para la salud. Por esto, según recomienda el artículo citado, la mejor alternativa es consumirlos en ensaladas o batidos
En línea con las espinacas y remolacha, Mejor con salud sostiene que el apio también posee nitratos que se convierten en nitritos cuando son recalentados, por lo que si se incorporó a preparaciones como sopas o cremas, es preferible evitar llevarlas al fuego nuevamente.
Los huevos
Finalmente, Mejor con salud explica que los compuestos del huevo se pueden volver tóxicos cuando se someten a altas temperaturas. Y aunque no es común someter este alimento a dicha práctica -ya que cambia notablemente su olor y sabor- es importante tenerlo en cuenta.
Para prevenir los efectos negativos de recalentar alimentos, una de las sugerencias más efectivas es medir adecuadamente las cantidades que se preparan para cada comida, de esta manera se evitan la sobras que puedan terminar en la basura o perdiendo sus propiedades en el microondas.