No todos los alimentos son iguales, ni se deterioran de la misma manera. Tampoco tienen la misma vida útil. Los alimentos frescos como la carne y el pescado son muy perecederos, lo que significa que se pueden contaminar más rápido que otros productos.
El portal Consumer, de España, indica que en clima caliente o en épocas de verano se requiere estar más atentos y extremar las medidas de higiene y conservación, pues los alimentos tienden a dañarse con mayor facilidad. “Hay que prestar especial atención al tiempo y a la temperatura y, sobre todo, al tipo de alimentos”, precisa este sitio web.
Los especialistas aseguran que los alimentos deben manipularse con mucho cuidado en verano para prevenir las temidas intoxicaciones alimentarias.
Consumir ciertos alimentos sin seguir un adecuado método de cocción o desinfección puede aumentar el riesgo de contraer enfermedades transmitidas por los alimentos (ETA). Por ejemplo, preparaciones que incluyen pescado y mariscos crudos o carne cruda pueden poner en riesgo la salud si no se realiza una manipulación y manejo adecuado. Estos son algunos de los más susceptibles a contaminarse.
Carne
Por su contenido en proteínas y agua, la carne es un alimento susceptible a la contaminación bacteriana por salmonella, listeria y E. coli. Para evitar riesgos, es importante empezar a tomar medidas de prevención en el momento de la compra.
De igual manera, durante la cocción debe prestarse atención a que se cocine bien toda la pieza. Cuanto más cruda quede la carne, más riesgo de intoxicación alimentaria se presenta. Además, no debe ponerse el alimento que ya está cocinado en el mismo lugar donde ha estado el crudo a fin de evitar contaminaciones cruzadas.
Pescado
Según los expertos, el crecimiento microbiano es una de las principales amenazas del pescado. Los principales patógenos que afectan a su seguridad son vibrio, campylobacter y staphylococcus aureus. También son comunes bacterias como salmonela, listeria monocytogenes y shigella, que tienen un medio favorable en el pescado si se alcanzan temperaturas superiores a los 10 º C.
El deterioro microbiológico del pescado está relacionado con dos parámetros clave: la manipulación desde que se captura y la temperatura de conservación. Cuanto más elevada es la temperatura, mayor es el riesgo de que se desarrollen microorganismos.
Para evitar posibles inconvenientes de contaminación es importante limpiar cada pieza, eliminar las vísceras lo más pronto posible, congelar el pescado que se quiera consumir crudo y cocinar la cantidad justa. La temperatura de conservación (refrigeración) y la cocción son claves para mantener el pescado en buen estado, precisa el portal Hola Doctor.
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Mariscos
Productos como ostras, almejas y mejillones, al ser frescos, son muy sensibles a contaminarse y descomponerse con rapidez y puede no ser seguro para comer, incluso después de un corto periodo de tiempo. El marisco crudo o poco cocido puede contener virus y bacterias dañinas. “Para evitar riesgos, es importante durante la compra fijarse en el color, que la cáscara sea lisa y brillante y que las conchas estén cerradas”, precisa el portal Consumer. El marisco debe consumirse lo más fresco posible, mejor el mismo día de la compra. Si no se cocina, debe conservarse en la nevera.
Huevo crudo
El huevo crudo es muy fácil de contaminarse debido a la permeabilidad de su cascarón, lo que puede facilitar que las heces de la gallina penetren en el interior y se contamine por salmonela. Incluso los huevos con cáscara limpia y sin rajaduras puede contener esa bacteria. Es importante consumir el huevo siempre cocido hasta que la yema y la clara estén firmes.
Germinados crudos
Los germinados crudos, especialmente el de alfalfa, entre otros, son altamente propensos a contaminarse por salmonella y E. coli, por lo que se recomienda siempre consumirlos cocidos. Antes de ponerlos a cocer es necesario lavarlos con agua corriente, escurrirlos y en la medida de lo posible desinfectarlos. Siempre deben consumirse cocidos para evitar el riesgo. Los germinados son semillas comestibles que son consideradas como alimentos vivos.