Eliminar la flacidez del cuerpo e incrementar la masa corporal suelen ser uno de los retos que más disciplina requiere a la hora de hacer ejercicio. Sin embargo, también es necesario tener una alimentación saludable, según las necesidades de cada persona, para obtener los resultados deseados.
Alimentarse de manera saludable implica consumir alimentos de todos los grupos (proteínas, carbohidratos en su estado natural, frutas, verduras, grasas saludables y frutos secos), las porciones variarán dependiendo de la edad y el peso de la persona; por eso, lo mejor es consultar con un nutricionista para que indique la cantidad adecuada para cada paciente.
Por ejemplo, entre los ácidos grasos saludables se encuentra el omega-3, el cual se encuentra en múltiples alimentos y que aporta múltiples beneficios para los músculos. Debido a que el cuerpo no lo genera, es necesario incluir en la dieta alimentos que lo contengan, pues el omega-3 abarca varios tipos de ácidos grasos, entre los que se destacan alfa linolénico (ALA) o el docosahexaenoico (DHA).
De acuerdo con una artículo relacionado con el omega-3 y publicado en la revista académica Mar Drugs, este ácido graso tiene un efecto protector sobre los músculos y, además, su ingesta previene la pérdida del tejido magro asociada a la edad.
Estos lípidos también reducen el daño muscular en deportistas de élite, previniendo el catabolismo del tejido magro. Adicional a esto, son capaces de reducir el riesgo cardiovascular, produciendo beneficios a nivel de salud, según detalla otro estudio publicado en la revista European Journal of Sport Science.
“Los lípidos omega 3 cuentan con una importancia especial en deportistas. Además de poseer funciones anticatabólicas, son capaces de reducir el daño muscular y la inflamación, propias de los entrenamientos intensos”, reseña el portal Mejor con Salud.
El consumo regular de alimentos con omega-3 mejora la capacidad de recuperación del deportista y, a su vez, permite que tras un esfuerzo intenso nuevamente pueda entrenar en un período corto de tiempo.
Teniendo en cuenta lo anterior, lo ideal es consumir alimentos como el pescado azul con regularidad, al menos dos veces por semana. También resulta útil cocinar con aceite de oliva, aunque es importante ingerirlo en crudo para no dañar sus propiedades.
Alimentos ricos en omega-3
Los pescados grasos ricos en omega-3 son principalmente: salmón, caballa, atún blanco, trucha y sardinas. Los expertos indican que hay algunos peces pueden estar contaminados con mercurio y otros químicos.
Advierten que comer pescado contaminado puede ser riesgoso para la salud de los niños pequeños y las mujeres embarazadas, quienes deben evitar el consumo del pez espada, tiburón, caballa gigante y lubina.
Para los especialistas, si el consumidor es de mediana edad o mayor, los beneficios de comer pescado superan a cualquier riesgo, incluso el generado por el mercurio.
Sin embargo, los pescados no son los únicos alimentos en los que se pueden encontrar los ácidos omega-3. También se pueden hallar en algunos productos vegetales como las semillas de linaza molidas y aceite de linaza, nueces, semillas de chía, aceite de canola y aceite de soja y soya y tofu.
De todos los alimentos de origen vegetal, las semillas y el aceite de linaza tienen la mayor cantidad. Se pueden comer semillas de linaza molidas sobre granola o en batidos. El aceite de linaza va bien en aderezo para ensalada.