La terapia con abejas o apiterapia como clínicamente se le llama, es una técnica natural en la que se emplean los productos de la abeja, incluyendo el veneno que inocula a través de su aguijón, el cual se denomina apitoxina. Este tratamiento ayuda a mejorar la calidad de vida y a tratar los síntomas de enfermedades como la hipertensión y problemas cardiovasculares.

Por lo general, en la medicinal tradicional, la apiterapia se emplea para algunas patologías articulares y en pacientes con psoriasis, jaquecas, lumbagos y trastornos autoinmunes. De acuerdo con la revista Mejor con Salud, también se emplea para reducir el estrés y la ansiedad.

Los acupuntores obtienen el veneno de las abejas con un dispositivo que emite una descarga eléctrica, por lo que las abejas estimuladas pican sobre un cristal donde se deposita el veneno y luego se saca para convertirla en un polvo. Una vez extraída, la apitoxina se diluye para administrarla de diversas formas, pues además de su uso en la acupuntura, este veneno se puede inyectar y aplicar de manera natural, dejándose picar por las abejas.

Expertos en el tema aseguran que esta última técnica de la picadura directa de la abeja es la mejor formar para tratar una enfermedad y ofrece mayor eficacia. De este modo, la revista especializada señala que varias investigaciones han dado a conocer que la terapia con abejas ayuda a tratar las siguientes enfermedades:

  • Psoriasis: un ensayo clínico compartido en Journal of Dermatological Treatment, señala que se administraron inyecciones semanales de veneno de abeja en las lesiones cutáneas de 25 pacientes con psoriasis. Después de 12 semanas, “estos mostraron una reducción significativa en las placas de psoriasis y en los niveles de marcadores sanguíneos inflamatorios”.
Esta técnica está contraindicada para mujeres embarazadas, al igual que para personas que padezcan enfermedades como miocarditis, pericarditis, angina de pecho, aterosclerosis, diabetes, entre otras. | Foto: Archivo Semana
  • Hombro congelado: según los resultados, un estudio que usó la acupuntura con veneno de abeja combinada con fisioterapia para el tratamiento de personas con hombro congelado, los pacientes indican que se relucieron considerablemente los dolores.

¿Qué personas deben evitar la apiterapia?

Principalmente, esta técnica está contraindicada para mujeres embarazadas, al igual que para personas que padezcan enfermedades como: miocarditis, pericarditis, angina de pecho, aterosclerosis, diabetes, cáncer, hepatitis, enfermedades venéreas, insuficiencia renal, tuberculosis, úlcera gástrica, neoplasias, glaucoma e hipertrofia de la próstata.

Es importante mencionar que la apiterapia no se debe generalizar para cualquier dolencia que se presente, porque muchas personas son sensible e incluso alérgicas al veneno de las abejas, por lo que una aplicación de esta sustancia podría desencadenar un shock anafiláctico, que puede poner en riesgo la vida de la persona.

De este modo, antes de someterse a este tratamiento es fundamental que se realice un test de alergia, porque una persona puede llegar a morir por la picadura de una abeja o por recibir altas dosis de apitoxina en la terapia. Ahora bien, esta técnica medicinal tiende a generar algunas reacciones secundarias y Mejor con Salud señala algunas:

  • Dolor.
  • Mareos.
  • Alteración del sueño.
  • Presión arterial alta.
  • Taquicardia.
  • Sensación de ansiedad.
  • Angustia.

Tenga presente que la apiterapia debe ser aplicada por un profesional, puesto que está basada en la administración de un veneno producido por la abeja. Si no se realiza de forma correcta, puede ser peligroso para la salud, incluso en aquellos casos en los que no se encuentra contraindicado.