Las vitaminas son sustancias que el cuerpo requiere para crecer y desarrollarse normalmente. En su mayoría, provienen de los alimentos que las personas consumen, aunque el organismo también produce algunas como la D y la K.

La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos indica que el cuerpo requiere de 13 vitaminas esenciales, que son las siguientes:

  • Vitamina A.
  • Vitaminas B (tiamina, riboflavina, niacina, ácido pantoténico, biotina, vitamina B-6, vitamina B-12 y folato o ácido fólico).
  • Vitamina C.
  • Vitamina D.
  • Vitamina E.
  • Vitamina K.

Cada una de ellas cumple funciones específicas. Cuando una persona tiene deficiencia de determinadas vitaminas, es posible que enfrente problemas de salud. Por ejemplo, si no recibe suficiente vitamina C podría desarrollar anemia. Algunas vitaminas ayudan a prevenir los problemas médicos. La vitamina A evita la ceguera nocturna.

La mejor manera de obtener la cantidad suficiente de estos nutrientes es llevar una dieta balanceada con alimentos variados que incluyan frutas, verduras, proteínas y cereales, entre otros.

Cuidado mental

Algunas de estas vitaminas cumplen un rol muy importante en el cuidado de la salud mental. El instituto de investigación Mayo Clinic asegura que la vitamina B-12 y otras de complejo B desempeñan un papel importante en la producción de sustancias químicas del cerebro que afectan el estado de ánimo y otras funciones cerebrales. Los bajos niveles de vitamina B-12, B-6 y el ácido fólico, estarían relacionados con padecimientos como la depresión.

Los especialistas aseguran que algunos de estos nutrientes son clave para la salud del sistema nervioso central y periférico. Un artículo publicado en el medio digital Business Insider precisa que a las vitaminas B12, B1 y B6 se les conoce como neurotrópicas.

La citada fuente indica que en caso específico de la vitamina B12, es un nutriente que ayuda a formar mielina, que es una protección que envuelve los nervios y la cual les permite enviar impulsos eléctricos a otros nervios de manera rápida y eficaz. Esta vitamina también desempeña un papel importante en la creación de nuevos nervios y en la reparación de los mismos después de una lesión.

Vitamina B6

En lo referente a la B6, su trabajo relacionado con el cerebro se centra en mantener una función neurológica normal. La deficiencia de este nutriente facilita la aparición de desequilibrios emocionales y genera dificultades para dormir, precisa información publicada en la revista digital La Mente es Maravillosa, especializada en psicología y neurociencias.

Los alimentos que la aportan son, entre otros, el atún y el salmón, el banano, las legumbres, la carne de res y de cerdo, las nueces, los granos enteros y los cereales fortificados y los garbanzos en lata.

En cuanto al ácido fólico, Mayo Clinic dice que hay evidencia que sugiere que este ayudaría en el tratamiento de la depresión. Cumple un papel importante en la agudeza mental y en la preservación de las funciones cerebrales.

El folato, como se le llama, se encuentra principalmente en verduras de hoja verde oscuro, fríjoles, guisantes y nueces. Las frutas con alto contenido de este nutriente incluyen naranjas, limones amarillos, plátanos, melones y fresas.

Por último, la vitamina B1, según La Mente es Maravillosa, tiene efectos especiales contra el deterioro de la memoria. También previene el envejecimiento del cerebro y es buena para elevar el ánimo de las personas que padecen depresión.

Se encuentra en productos integrales, enriquecidos y fortificados como el pan, los cereales, el arroz, la pasta y la harina; el germen de trigo, la carne de res y de cerdo; la trucha y el atún de aleta azul; los huevos; legumbres y arvejas (guisantes) y las nueces y semillas.