Lavarse el cabello todos los días es una cuestión de higiene, pero tal vez no sea tan recomendado cuando se trata del pelo, debido a que lavarlo todos los días depende de la condición de la cabeza y el grado de sometimiento que haya por parte de los químicos. El tipo de piel, los productos que usan y el color del cabello afectan la frecuencia con la que se debe lavar.
El cuidado adecuado del cabello y el cuero cabelludo implica lavarse el cabello con regularidad para eliminar la acumulación típica de suciedad, células muertas de la piel, sebo y cualquier otra sustancia que le eche al cabello. Empero, hacer referencia a regularmente depende de cada cabello, variando la frecuencia por sus condiciones.
Los expertos de Columbia University dan una mirada profesional de este asunto mediante su informe ¿Con qué frecuencia lavar el cabello?. Para personas con piel grasa, lavar con jabón y dejar actuar por un par de días es lo ideal, debido a que su cabello tiende a secarse con más impacto cada día, por lo que lavarlo todos los días implica una mayor resequedad al no dejar actuar como debe ser a los químicos. Las personas que se lavan demasiado el cabello terminan secando la piel y produciendo más grasa, por lo que el resultado final no será el mejor.
En cambio, el cabello natural sin alto índice de grasa debe lavarse a los dos o tres días. Igualmente, se recomienda el uso del champú en seco. Sin embargo, no debe emplear a diario, dado que que no es un sustituto de un champú que no se puede usar para una limpieza profunda.
Para conocer el mejor tratamiento del cabello, los expertos recomiendan acudir ante un dermatólogo para saber a ciencia cierta los días para lavarlo y bajo qué champús.
Las personas con diferentes texturas de cabello pueden tener diferentes necesidades de cuidado del cabello. Por ejemplo, las personas con cabello muy rizado o áspero pueden encontrar que lavarse con champú una vez a la semana es suficiente. Esto se debe a que los aceites producidos por el cuero cabelludo no pueden migrar fácilmente desde el folículo piloso hacia el mechón de cabello rizado o enrollado, por lo que la acumulación de aceite ocurre lentamente.
Por otro lado, las personas con cabello lacio y fino pueden notar la acumulación de aceite antes y pueden lavarse varias veces a la semana o incluso todos los días. En ese orden de ideas, los expertos reiteran la necesidad de conocer el tipo de cabello para saber a ciencia cierta qué aplicarlo y bajo que frecuencia.
No obstante, los investigadores también consideran que hay ciertas consideraciones vitales a la hora de consultarle a un dermatólogo el cuidado requerido para el cabello.
En primer lugar, es necesario tener constancia que los químicos o champús recomendados no deben contener ingredientes perjudiciales, como lo son lauril sulfatos, laureth sulfatos y sulfosuccinatos. Si bien son buenos para eliminar el exceso de aceite, le dan demasiada rigidez al pelo.
De igual manera, los llamados detergentes anfóteros también son negativos a la hora de eliminar el sebo del pelo. En cambio, hay que preferir cocamidopropil betaína o lauraminopropionato de sodio en los ingredientes del champú, los cuales se encuentran principalmente en presentaciones para bebés.
Si bien la evidencia es limitada, los productos que contienen aceite de coco o aceite de argán pueden ser beneficiosos para la salud del cabello, y algunos informan que ayudan a mantener el cabello hidratado.
Como último punto, los investigadores recalcan el papel de la nutrición. Comer una dieta bien balanceada completa con ácidos grasos, zinc y proteínas contribuyen a la fuerza y el crecimiento del cabello.