Llegar a casa después de un agitado día de trabajo y dedicarles un tiempo a los pies para que descansen es una idea que muchas personas han adoptado, pues la sensación de relajación que lleva descargar toda la tensión del día a esta parte del cuerpo trae grandes beneficios.
Pero cuando se habla de relajar los pies casi de forma mecánica, se piensa en colocarlos en agua caliente para lograr este objetivo; sin embargo, el agua con hielo puede ser también una buena alternativa para alcanzar esa sensación de bienestar.
Agua fría para los pies
Algunas personas descartan el agua con hielo en los pies de solo pensar en la sensación inicial que puede traer esta práctica. No obstante, puede ser un gran remedio cuando se sienten los pies cansados por el estrés.
No hay que olvidar que, de acuerdo con la medicina oriental, en la planta de los pies hay un gran número de terminaciones nerviosas que conecta con el resto del cuerpo. De esta forma, si los pies se encuentran relajados, habrá otras partes del cuerpo que también sentirán esa misma sensación de descanso.
Por otra parte, de acuerdo con lo que informa el portal mejorconsalud.as.com, los pies son la mejor vía para acceder al sistema inmune, el cual es el encargado de mantener el cuerpo protegido frente a las amenazas interiores y exteriores.
Siguiendo este consejo, al remojar los pies en agua fría con hielo se puede fortalecer el cuerpo para que se defienda ante cualquier afección.
Según un estudio de la Universidad de Extremadura en España, el agua fría en los pies estimula el flujo sanguíneo, al producir una contracción vascular que provoca que los capilares faciliten la circulación de la sangre. Con esto no solo se beneficiarán los pies, también las piernas, con lo que se evitará inflamaciones, edemas y dolores relacionados con el sistema circulatorio.
¿Cómo usar agua fría con hielo para los pies?
El mismo portal en mención sugiere un tratamiento que está pensado para 15 días. Lo ideal es hacerlo por la noche, para que tu cuerpo se relaje y aproveche todos sus beneficios.
Para esto necesitará una tina en donde quepan cómodamente sus pies y que tenga la profundidad adecuada para que puedan quedar sumergidos debajo del hielo. Además, tenga a la mano agua y 18 cubos de hielo.
Una vez que tenga todo listo, espere a que el agua se enfríe por completo y meta los pies en el agua hasta que los cubra totalmente. Después de 15 segundos puede sacar los pies.
Durante los primeros segundos, se sentirá dolor, pero no debe haber preocupación, ya que las extremidades se calentarán con rapidez en el agua.