La chía es una semilla que puede obtenerse de la Salvia Hispánica y que tiene un importante crecimiento en el sur de México, e incluso en Australia. Actualmente se posiciona como uno de los principales productores en el mundo. En los últimos años, el consumo de la chía ha incrementado considerablemente debido a sus altos beneficios que aporta a la salud.
Las culturas Azteca y Maya conocían las propiedades de la chía, y es que en el caso de los Mayas, que bautizaron a las semillas con el dicho nombre y que significa “fuerza”, la utilizaban en sus mensajeros para que pudieran mantener siempre una reserva de alimentos que les proporcionara energía en casos de emergencia, a lo largo de sus travesías. Por otra parte, los Aztecas las usaban como medicamento, ya que encontraron sus características para favorecer el flujo de saliva, calmar el dolor de las articulaciones y eliminar la irritación de la piel.
No obstante, a pesar de sus altos beneficios, luego de la colonización, su popularidad se fue perdiendo, debido a que los españoles las prohibieron tras notar su uso por parte de los Aztecas en rituales propios, obligándolos a optar por otras semillas más comunes como el maíz.
La chía como superalimento
Se entiende como superalimento a aquellos comestibles que poseen propiedades por encima del promedio, aportando una mayor cantidad de vitaminas, minerales, antioxidantes y otros nutrientes que el cuerpo requiere para funcionar adecuadamente.
Cada 100 gramos de semillas de chía contienen aproximadamente:
- 20.7 g proteínas
- 41.8 g carbohidratos (41.2 g pertenecientes únicamente a la fibra)
- 32.8 g grasas (64% corresponden a los ácidos grasos Omega 3)
Además, cuenta con 16.4 mg de hierro, 714 mg de calcio, 613 mg de niacina (Vitamina B3), 0.18 mg de tiamina (Vitamina B1) y 0.04 mg de riboflavina (Vitamina B2).
Estas características son las que permiten determinar a las semillas de chía como un superalimento, ya que entre otros, algunos de sus beneficios más notables es que ayuda a quemar grasas de forma más rápido, gracias a su alto contenido de fibra que estimula y prolonga la sensación de saciedad.
Propiedades y beneficios
Entre los beneficios de las semillas de chía más importantes, se destaca su contenido dos veces mayor en comparación a cualquier otra semilla, cinco veces más calcio que la leche entera, dos veces más potasio que el plátano, tres veces más hierro que las espinacas y tres veces más antioxidantes que los arándanos.
Su contenido en proteínas de rápida digestión, proporciona también los nueve aminoácidos esenciales, mientras que su alto contenido en fibra soluble, acelera y prolonga la saciedad, reduciendo los antojos entre comidas y mejorando el tracto digestivo, por lo que estimula la tasa metabólica a lo largo del día.
Gracias a los antioxidantes, mejora el sistema inmunológico, tras eliminar las toxinas que el cuerpo absorbe diariamente, y además, esta es una de las propiedades que le permite mantenerse fresca y comestible, incluso hasta por cuatro años, antes de que el sabor, olor o valor nutritivo comience a deteriorarse.
Contraindicaciones de las semillas de chía
A pesar de su amplia gama de beneficios para el organismo, el consumo excesivo de las semillas de chía, también puede desencadenar algunos aspectos negativos, como reducir la presión sanguínea, especialmente en personas de edad avanzada y más, si estos se combinan con medicamentos para la presión arterial. Tampoco es recomendable, bajo ninguna circunstancia, su consumo para personas que toman anticoagulantes.
También se han registrado casos de personas con alergia a las semillas de chía, que eventualmente, también son alérgicas a los frutos secos y las plantas de la familia de la Salvia. Ante estos casos o dudas, lo mejor es visitar a un médico para conocer más a fondo sobre el tema y seguir algún tratamiento preventivo de acción para contrarrestar los efectos, en caso de haberlas consumido por accidente.