Sin duda, una de las frutas más populares ha sido el mango. Está en la categoría de alimentos tropicales y su origen viene del continente asiático. Debido a sus características, ha podido cultivarse en muchas partes del mundo y es más que apetecida por su sabor. Por ejemplo, en Latinoamérica es más que famosa esta fruta, que pertenece a la familia de las Mangiferas y es muy alabada por su pulpa dulce.
Esto ha llegado al punto de ser la fruta nacional de la India, recordando su característica que llevó a su expansión en todo el mundo. Cabe aclarar que allí se producen dos tercios de todos los mangos en el planeta.
Por un lado, entre los motivos de peso para elegir el mango entre la rutina alimenticia, está en la variedad de tamaños y formas. Por ejemplo, hay fanáticos del mango biche o del mango maduro, además de que existen diversas pieles.
Y por otro lado, el mango se puede consumir en muchísimas formas, desde la misma fruta en rodajas, los famosos jugos, postres, salsas y demás alimentos. Su fuente de vitaminas es increíble, así como de antioxidantes, por lo que resulta muy beneficioso para la ciudad debido a estas propiedades de carácter nutricional.
Para ser más exactos, el mango contiene una alta dosis de vitamina C, y por cada pieza de 200 mg, le brinda a cada persona la cuota diaria para ingerir este nutriente. Por su parte, el cuerpo recibe un 60% de lo requerido para satisfacerse en vitamina A. Esta fruta posee vitamina E y, respecto a minerales, le brinda al organismo niveles altos de potasio, magnesio y ácidos como el tartárico y málico.
Efectos del mango en el cuerpo humano
De acuerdo con el portal Cuerpo Mente, resulta que el mango es vital para erradicar la posibilidad de sufrir enfermedades degenerativas, “especialmente los trastornos cardiacos, el cáncer y la diabetes”, de acuerdo con lo que indica el portal.
Otra finalidad del mango está en proteger la piel de los radicales libres, además de otras partes más que sensibles como los ojos y el corazón. Un tercer ítem está en el mantenimiento óptimo de los huesos y músculos, dado que la presencia de minerales ayuda a que el mango tenga en buena forma estos sistemas, evitando calambres musculares y regulando la presión arterial, hasta el punto de contribuir al buen funcionamiento de los riñones.
Y hay otro beneficio increíble, que hace alusión a la sangre y su alcalinización en el organismo, puesto que los ácidos orgánicos “se combinan con minerales y dan lugar a sales que tienen la capacidad de fluidificar y alcalinizar la sangre”, según la fuente citada.
Un penúltimo aporte está en la fibra, cuya dosis ayuda a que se puedan erradicar varios tipos de cáncer, especialmente el digestivo, además de que evita el estreñimiento y reduce el colesterol malo, protegiendo el corazón.
Y para cerrar tajantemente la lista de beneficios, el sistema inmunitario se ve claramente ayudado por el mango para prevenir las enfermedades. Compuestos orgánicos como la “quercetina, isoquercetina, astragalina, fisetina, ácido gálico y metilgalato” ayudan a este fin, pues tienen sus efectos antioxidantes.