La tiroides es una glándula ubicada en la parte frontal del cuello que simula la forma de una mariposa. Está encargada de enviar hormonas para ayudar a controlar acciones en el cuerpo, como respirar y bombear la sangre.

En el caso de los niños, contribuye a su desarrollo y crecimiento, explican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés).

Los problemas relacionados con esta glándula pueden afectar diferentes órganos, según su causa. Las afecciones de la tiroides incluyen:

  • Bocio: agrandamiento de la tiroides
  • Hipertiroidismo: cuando la glándula tiroides produce más hormona tiroidea de lo que su cuerpo necesita
  • Hipotiroidismo: cuando la glándula tiroides no produce suficiente hormona tiroidea.
  • Cáncer de tiroides.
  • Nódulos: Bultos en la tiroides.
  • Tiroiditis: Hinchazón de la tiroides.

Cáncer de tiroides

Según el Instituto Nacional de Cáncer de Estados Unidos, el cáncer de tiroides puede clasificarse en dos variables. La primera es el cáncer de tiroides diferenciado, el cual incluye los tumores bien diferenciados, los pobremente diferenciados y los indiferenciados. La segunda es el cáncer de tiroides medular.

En el caso de los tumores bien diferenciados, generalmente se curan con un tratamiento médico específico. Por su parte, los pobremente diferenciados e indiferenciados son menos comunes, crecen y se diseminan muy rápido, por lo que la probabilidad de una recuperación puede es más baja.

Existen algunos factores que incrementan el riesgo de padecer cáncer de tiroides:

  • Tener entre 25 y 65 años.
  • Ser mujer.
  • Haberse expuesto a radiación dirigida en la cabeza y cuello durante la lactancia o niñez.
  • Haberse expuesto a lluvia radioactiva.
  • Tener historial de agrandamiento de la tiroides.
  • Tener antecedentes familiares de enfermedad de la tiroides o cáncer de tiroides.
  • Tener un carcinoma de tiroides medular familiar (CTMF).
  • Tener el síndrome de neoplasia endocrina múltiple de tipo 2A (NEM2A).
  • Tener el síndrome de neoplasia endocrina múltiple de tipo 2B (NEM2B).

Hipotiroidismo

También es conocido como “tiroides hipoactiva”. Esta enfermedad se desarrolla cuando la tiroides no produce la cantidad suficiente de hormonas para las diferentes actividades del organismo. MedlinePlus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina señala algunos de los factores que pueden causar esta afección:

  • Enfermedad de Hashimoto: Trastorno autoinmune en el que el sistema inmunitario ataca la tiroides. Es la causa más común.
  • Tiroiditis: Inflamación de la tiroides.
  • Hipotiroidismo congénito: Hipotiroidismo presente al nacer.
  • Extracción quirúrgica de parte o la totalidad de la tiroides.
  • Tratamiento de radiación de la tiroides.
  • Ciertos medicamentos.
  • En casos raros, una enfermedad de la glándula pituitaria o consumir demasiado o muy poco yodo en la dieta.
  • Fatiga.
  • Aumento de la sensibilidad al frío.
  • Estreñimiento.
  • Piel seca.
  • Aumento de peso.
  • Hinchazón de la cara.
  • Ronquera.
  • Debilidad muscular.
  • Nivel de colesterol en sangre elevado.
  • Dolores, sensibilidad y rigidez musculares.
  • Dolor, rigidez o inflamación de las articulaciones.
  • Períodos menstruales irregulares o más intensos de lo normal.
  • Afinamiento del cabello.
  • Ritmo cardíaco lento.
  • Memoria deficiente.
  • Glándula tiroides agrandada (bocio).

Hipertiroidismo

También conocido como tiroides hiperactiva consiste cuando la tiroides produce una cantidad mayor de hormonas de las que el cuerpo humano necesita. Es importante iniciar un tratamiento oportuno, pues esta enfermedad puede afectar el corazón, huesos, músculos, ciclo menstrual y la fertilidad.

Síntomas

Los signos del hipertiroidismo pueden variar en cada individuo. Sin embargo, aquí están los más comunes:

  • Nerviosismo o irritabilidad.
  • Fatiga.
  • Debilidad muscular.
  • Problemas para tolerar el calor.
  • Problemas para dormir.
  • Temblor, generalmente en las manos.
  • Latidos cardíacos irregulares o rápidos.
  • Deposiciones frecuentes o diarrea.
  • Pérdida de peso.
  • Cambios de humor.
  • Bocio, un agrandamiento de la tiroides que puede hacer que su cuello se vea hinchado. A veces puede causar problemas para respirar o tragar.