Para nadie es un secreto que, con el paso del tiempo la capacidad de recordar las cosas se va perdiendo, pero esto no significa que todas las personas con la edad vayan a tener demencia.
En concreto, para que se pueda considerar una demencia deben manifestarse al menos dos problemas en las funciones neuronales, como, por ejemplo, la dificultad de lenguaje o la pérdida de memoria, según el portal especializado en salud, Sanitas. Es
La Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como un síndrome generalmente de naturaleza crónica o progresiva, caracterizado por el deterioro de la función cognitiva (es decir, la capacidad para procesar el pensamiento) más allá de lo que podría considerarse una consecuencia del envejecimiento normal.
Sin embargo el término “demencia senil” no hace referencia a ningún tipo de diagnóstico, ya que a pesar de que la demencia se presenta con mayor frecuencia después de los 65 años, no es exclusiva de este edad, pudiendo presentarse en personas más jóvenes, según el portal especializado en salud, Tua Saúde.
Además, Juebin Huang, médico de Department of Neurology, University of Mississippi Medical, señala que la demencia no se debe confundir con el delirio, aunque hay un trastorno de la cognición en ambos.
Síntomas
- Apraxias: pérdida de la capacidad de llevar a cabo movimientos con un propósito a pesar de poder realizarlo.
- Aspectos cognitivos: desorientación, alteración de la memoria, déficit de atención, alteración del lenguaje, apraxias, agnosias.
- Desorientación en las tres esferas: temporal, espacial y de personas.
- Alteración de la memoria a corto y largo plazo.
- Alteraciones conductuales como: Desinhibición sexual. trastorno de conducta alimentaria, agitación, deambulación errática, irritabilidad, gritos. alteraciones de sueño, mutismo, desinhibición verbal, o vagabundeo.
- Agnosia: incapacidad de reconocer estímulos ya aprendidos.
- Olvido de hechos comunes, como por ejemplo el día en que están.
- Déficit de atención.
- Alteración del lenguaje: enlentecimiento del lenguaje, disminución de la capacidad de expresión, afasias (incapacidad de producir y/o comprender el lenguaje).
Generalmente, en la fase inicial existe un deterioro cognitivo leve. La memoria a corto plazo se deteriora, retener nueva información es difícil y la capacidad de aprendizaje se vuelve complicada. Además, comienzan las primeras dificultades con el lenguaje y el paciente sufre cambios de humor o de personalidad.
Tipos de demencia
Demencias degenerativas primarias
- Enfermedad de Alzheimer: Es una enfermedad en la que se produce una degeneración progresiva de las neuronas del cerebro y comprometimiento de sus funciones cognitivas, como el pensamiento, la memoria, atención, lenguaje, orientación y percepción.
- Demencia frontotemporal. Grupo de enfermedades caracterizadas por degeneración de las células nerviosas y sus conexiones en los lóbulos frontal y temporal del cerebro. Afecta fundamentalmente al comportamiento y al lenguaje, según el portal de salud CuídatePlus.
- Demencia con cuerpos de Lewy. Se caracteriza por la acumulación de una proteína en determinadas zonas del cerebro formando placas (cuerpos de Lewy) muy parecidas a las que se ven en pacientes con enfermedad de Alzheimer.
Demencias secundarias
- Demencia vascular: Es el segundo tipo más frecuente de demencia. Se produce por la obstrucción de los vasos sanguíneos o lesiones que causan hemorragias o infartos en el cerebro.
- Demencia por enfermedad de Parkinson: Muchas personas con la enfermedad de Parkinson presentan síntomas de demencia cuando la enfermedad evoluciona.
- Demencias producidas por infecciones: tras un traumatismo craneoencefálico, por problemas autoinmunes.
Pruebas cognitivas y neuropsicológicas
Los médicos evaluarán la capacidad de pensamiento del paciente. Además de una serie de pruebas que miden las habilidades del pensamiento, como la orientación, la memoria, el juicio y el razonamiento, la atención y las habilidades del lenguaje, según los expertos de la Clínica Mayo.