No cabe duda de que los últimos años han sido retadores en muchos niveles. La emergencia sanitaria, las crisis económicas y los conflictos bélicos que se presentan alrededor del mundo, y de los que las personas son testigos a través de las noticias, han alterado la salud mental de miles.
De acuerdo con una información publicada en la página de la Organización Panamericana de la Salud, en conmemoración del Día Mundial de la Salud Mental, la pandemia afectó significativamente la salud mental de las personas en la región de las Américas, ya que en medio de esta crisis también se presentaron interrupciones en los servicios para atender a estas problemáticas.
Esta situación no solo se debe a las circunstancias complejas que ha vivido el planeta, sino también a las circunstancias del día a día, las cuales pueden afectar el bienestar emocional.
Es por ello que se ha vuelto una prioridad promover el cuidado de la salud mental, un tema que por años se había tratado bajo la mesa y que ha empezado a tomar relevancia en el mundo.
Pero, ¿cómo saber si una persona goza de buena salud mental? ¿Cuáles son las características que la definen? SEMANA cuenta lo que dicen los expertos sobre este tema.
Rasgos de una persona sana psicológicamente
Lo primero es comprender a qué se refiere el concepto de salud mental. De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, Medline Plus, este término abarca el bienestar emocional, psicológico y social. Esto quiere decir que no solo incluye el modo en que se piensa o siente, sino también la forma en que el individuo actúa en la cotidianidad.
En este sentido, la salud mental también permite determinar de qué manera una persona regula sus emociones, como el estrés, así como su relaciones interpersonales y con las demás personas. “La salud mental es importante en todas las etapas de la vida, desde la niñez y la adolescencia hasta la edad adulta y la vejez”, precisan desde Medline Plus.
Según comenta el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social de Paraguay, una persona sana psicológicamente es aquella que goza de cuatro cualidades fundamentales:
- Es capaz de adquirir conocimientos, habilidades y relaciones afectivas estables tendientes a la satisfacción personal y con los demás. “Una persona con una autoestima adecuada y con un buen autoconcepto se conoce a sí misma y se ve de una forma realista. No se menosprecia, no se adora en exceso, no subestima ni sobrevalora sus capacidades o habilidades, no se ve inferior a otras personas, no se compara con los demás, tiene seguridad en sí misma en la mayoría de decisiones que toma, está satisfecha consigo misma”, precisa Psicología y Mente.
- Tiene la capacidad de establecer buen relacionamiento familiar, escolar, laboral, recreativas. En este sentido, señala Psicología y Mente, las personas que tienen buena salud mental cuentan con habilidades sociales para poder socializar y sentar vínculos sólidos con los demás.
- Puede armonizar ideales y valores éticos, para hacer frente a las demandas de la vida. Asimismo, es fundamental contar con la capacidad de comunicar de manera asertiva sus emociones, opiniones, sentimientos, necesidades y deseos, según explica Psicología y Mente.
- Goza de la facultad para generar proyectos de vida, disfrutando del presente, teniendo en cuenta el futuro. De igual forma, un factor importante que se toma a consideración es que no solo sea capaz de plantear sus objetivos, sino también que pueda afrontar la frustración y adaptarse a los cambios que se puedan presentar en el camino para responder a ellos de manera efectiva.
¿Cómo cuidar la salud mental?
Los profesionales entregan distintas recomendaciones para cuidar del buen estado de la salud mental y prevenir la aparición de afecciones que, a la larga, pueden conllevar a poner en riesgo la integridad de una persona.
Entre las recomendaciones compartidas por Medline Plus, se enlista:
Afrontar la vida con una actividad positiva. No se trata de un positivismo tóxico, en el que la persona no sea capaz de reconocer que hay ciertas circunstancias negativas y que generan ciertas emociones, sino entender que ese estado no debe ser permanente.
En este sentido, se aconseja encontrar el equilibrio entre las emociones negativas y positivas. “Por ejemplo, no sirve seguir pensando en cosas malas que le sucedieron en el pasado o preocuparse demasiado por el futuro”, señala el mencionado portal.
Asimismo, se recomienda tomar distancia de las situaciones negativas en ocasiones, es decir, reconocer en qué momento es oportuno dejar de ver las noticias relacionadas a conflictos, por citar un caso.
Llevar un estilo de vida saludable, en el que se tenga consciencia de la alimentación, se realice actividad física y se establezcan vínculos sanos con las demás personas. Todos estos puntos son esenciales para poder desenvolverse de forma adecuada en cada uno de los ámbitos de la vida.