La tiroides cumple muchas funciones en el cuerpo, pues produce hormonas que mantienen el buen funcionamiento de los órganos, y también regula el uso de la energía como, por ejemplo, quemar calorías y la rapidez con que late el corazón, de acuerdo con MedlinePlus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Además, explicó que algunas de las diferentes enfermedades de la tiroides incluyen:
1. Bocio: agrandamiento de la tiroides, y según Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, la mayoría de las personas que padecen bocio no presentan signos ni síntomas más que hinchazón en la base del cuello.
2. Hipertiroidismo: cuando la glándula tiroides produce más hormona tiroidea de lo que su cuerpo necesita y sus síntomas son:
- Nerviosismo o irritabilidad
- Fatiga
- Debilidad muscular
- Problemas para tolerar el calor.
- Problemas para dormir.
- Temblor, generalmente en las manos.
- Latidos cardíacos irregulares o rápidos.
- Deposiciones frecuentes o diarrea.
- Pérdida de peso.
- Cambios de humor.
3. Hipotiroidismo: cuando la glándula tiroides no produce suficiente hormona tiroidea y sus síntomas son:
- Fatiga
- Aumento de peso.
- Rostro hinchado.
- Problemas para tolerar el frío.
- Dolor articular y muscular.
- Estreñimiento.
- Piel seca.
- Cabello seco y delgado.
- Disminución de la sudoración.
- Períodos menstruales intensos o irregulares.
- Problemas de fertilidad en mujeres.
- Depresión.
- Baja frecuencia cardíaca.
4. Cáncer de tiroides: los síntomas pueden incluir:
- Un bulto (nódulo) en el cuello.
- Problemas para respirar.
- Problemas para tragar.
- Dolor al tragar.
- Ronquera u otros cambios en su voz que no mejoran.
5. Nódulos: bultos en la tiroides y la mayoría de los nódulos tiroideos son asintomáticos.
6. Tiroiditis: hinchazón de la tiroides y los síntomas de la enfermedad de Hashimoto pueden incluir cualquiera de los siguientes:
- Estreñimiento.
- Dificultad para concentrarse o pensar.
- Piel seca.
- Cuello grueso o presencia de bocio.
- Fatiga.
- Pérdida de cabello.
- Menstruación irregular o abundante.
- Intolerancia al frío.
- Aumento de peso leve.
- Glándula tiroides pequeña o encogida (en las últimas etapas de la enfermedad).
¿Cómo cuidar la tiroides?
- Tomar agua: según la Sociedad Americana del Cáncer, la mayoría de los hombres necesita aproximadamente 13 tazas de líquido al día y la mayoría de las mujeres necesita aproximadamente nueve.
- Hacer ejercicio: es importante tratar de hacer un total de al menos 150 minutos de actividad aeróbica de moderada intensidad o 75 minutos de alta intensidad cada semana, o una combinación de ambos.
- Dormir bien: una buena noche de sueño consiste en cuatro o cinco ciclos de sueño. Cada ciclo incluye períodos de sueño profundo y movimientos oculares rápidos (MOR) o sueño desincronizado, cuando soñamos. Ahora bien, un adulto necesita entre siete y ocho horas de sueño por noche. Los bebés generalmente duermen unas 16 horas diarias. Los niños pequeños necesitan unas diez horas de sueño, mientras que los adolescentes necesitan, al menos, nueve horas.
- Realizarse exámenes rutinarios de la tiroides y en especial cuando hay antecedentes familiares o sospechas de problemas de tiroides.
- Tener una buena alimentación y evitar algunos alimentos como:
- Soja y derivados como la leche de soja, tempeh o tofu.
- Vegetales crucíferos como la coliflor, col, nabo, rabanito, brócoli, repollo o repollo de Bruselas.
- Alimentos industrializados como las carnes ahumadas, salsas o snacks.
- Harinas refinadas y azúcar se encuentra en los alimentos dulces, como los pasteles, golosinas y las harinas refinadas.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.