La artrosis de rodilla es una enfermedad degenerativa caracterizada por el desgaste gradual del cartílago en esta articulación. Aunque es más común en personas mayores, también puede afectar a individuos más jóvenes debido a lesiones previas en la rodilla. La disminución del cartílago conlleva una reducción de la protección entre los huesos.

La rodilla es una de las articulaciones más propensas a desarrollar artrosis en el cuerpo humano. Esto se debe en gran parte a su función “de carga”, ya que debe soportar el peso del cuerpo y las cargas externas cuando estamos de pie, caminamos, corremos o realizamos actividades como subir y bajar escaleras.

La enfermedad afecta a rodillas, caderas, manos y espalda, principalmente. | Foto: Getty Images

De acuerdo con la Clínica Universidad de Navarra, “el proceso de desarrollo de la artrosis de rodilla es generalmente gradual, y el aumento del dolor suele seguir una trayectoria similar, aunque pueden presentarse momentos de agravamiento repentino (artrosis primarias)”. En algunos casos, la artrosis puede estar relacionada con lesiones anteriores en la rodilla, como daños en los ligamentos, meniscos o el cartílago, lo que acelera la aparición de los síntomas (artrosis secundarias).

¿Cuáles son los síntomas de la artrosis de rodilla?

El síntoma primordial que experimenta un individuo con artrosis de rodilla es el dolor. En las etapas iniciales, este dolor es de baja intensidad y solo se manifiesta después de realizar actividades físicas significativas, aliviándose rápidamente con el descanso.

Conforme avanza la enfermedad, es común que el paciente experimente mayor incomodidad al comenzar a caminar, aunque los síntomas pueden mejorar después de un período de actividad. Junto al dolor, se manifiesta una sensación de rigidez y dificultad para flexionar y extender la pierna, especialmente tras períodos prolongados de reposo. Otro signo es la percepción de un chasquido al flexionar la rodilla.

El dolor en la rodilla tiende a acentuarse al subir y bajar escaleras, al agacharse o al caminar sobre terrenos irregulares. En casos más avanzados de artrosis, el paciente puede incluso sentir molestias en reposo.

Con un esfuerzo físico mayor de lo habitual, como un paseo más largo, el dolor puede intensificarse y volverse constante. En situaciones extremas, podría presentarse hinchazón en la rodilla debido a la formación de un derrame.

El dolor de rodilla es una molestia que afecta a personas de todas las edades. | Foto: Getty Images

Los síntomas más habituales son:

  • Dolor en la rodilla.
  • Fallo de la pierna al cargar en ella.
  • Inflamación de la articulación.
  • Rigidez de la articulación.

En situaciones más avanzadas de la enfermedad, junto al dolor continuo e intenso, el individuo experimenta una restricción en los movimientos de la rodilla, lo que impide, por ejemplo, la capacidad de flexionar o extender la pierna en su totalidad.

Además, pueden surgir deformidades en la articulación y cambios en la alineación de los huesos, resultando en una curvatura de la extremidad inferior. Es común que el paciente manifieste un cojeo al caminar, mientras que la rodilla tiende a debilitarse. Con frecuencia, la persona puede experimentar una sensación de “fallo” en la rodilla al dar pasos.

¿Cuáles son las causas de la artrosis de rodilla?

El inicio típico del desarrollo de la artrosis se ubica alrededor de los 50 años, caracterizándose por una progresión gradual y lenta en su evolución.

El portal bonflex.com destacó que “la artrosis de rodilla es una rareza en personas jóvenes, a menos que hayan experimentado previamente algún tipo de inconveniente en la articulación, como fracturas, traumatismos o lesiones meniscales, que puedan propiciar la aparición de artrosis como consecuencia”.

La obesidad puede contribuir al desarrollo de problemas en las rodillas. | Foto: Pixabay

La obesidad emerge como otro factor de relevancia en relación con la manifestación de artrosis en las rodillas. Resulta comprensible que en personas con sobrepeso u obesidad, las rodillas se vean sometidas a una carga excesiva que agiliza el desgaste de la articulación.

Además, la prevalencia de la artrosis de rodilla es más alta en mujeres que en hombres, aunque la razón detrás de esta disparidad de género permanece enigmática.