“El síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) es una afección crónica provocada por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), que puede poner en riesgo la vida”, explica Mayo Clinic sobre el VIH/Sida. Señala además que al dañar el sistema inmunológico, el VIH interfiere con la capacidad del organismo para luchar contra la infección y la enfermedad.

El VIH es una infección de transmisión sexual, aunque también puede ser transmitida por el contacto con sangre infectada o de madre a hijo durante el embarazo, el nacimiento o la lactancia materna. Los expertos de la entidad sin ánimo de lucro destacan que sin el tratamiento con medicamentos, “pueden pasar años hasta que el VIH debilita el sistema inmunitario al punto de evolucionar hasta el SIDA”.

Pese a que en la actualidad avanzan varias investigaciones para encontrar la cura para el VIH/SIDA, todavía no la hay. No obstante, los medicamentos que hacen parte del tratamiento pueden retardar en gran medida el avance de esta enfermedad, de hecho, esas medicinas redujeron la cantidad de muertes por SIDA en muchos países desarrollados.

La sintomatología del VIH y del SIDA varían según la etapa de la infección. Cuando está en su etapa primaria, llamada VIH agudo o infección primaria, “algunas personas infectadas desarrollan una enfermedad parecida a la gripe entre dos y cuatro semanas después de que el virus entra en el cuerpo. Esta enfermedad, conocida como infección primaria (aguda) del VIH, puede durar unas pocas semanas”, explica Mayo Clinic.

Entre los posibles signos y síntomas que se pueden presentar están: Fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular y articular, erupción, dolor de garganta y llagas dolorosas en la boca, ganglios linfáticos inflamados –principalmente en el cuello–, diarrea, pérdida de peso, tos y sudores nocturnos.

La entidad sin ánimo de lucro explica que la sintomatología puede llegar a ser tan leve que pasa desapercibida en muchos pacientes. Aclara que, pese a lo anterior, la cantidad de virus en el torrente sanguíneo –carga viral– es bastante alta en este momento. “Como resultado, la infección se propaga más fácilmente durante la fase primaria que durante la siguiente etapa”, señala.

Sin el tratamiento adecuado, por lo general el VIH se convierte en SIDA en un lapso de 8 a 10 años. Claro está que esto se produce después de haber cumplido otras fases de la enfermedad que le siguen al VIH agudo, tales como la infección clínica latente –VIH crónico– y la infección por el VIH sintomático.

“Cuando aparece el SIDA, existe un daño grave en el sistema inmunitario. Será más probable que se presenten infecciones oportunistas o cánceres oportunistas, enfermedades que no suelen causar enfermedades en una persona con un sistema inmunitario sano”, explica Mayo Clinic.

Sudores, escalofríos, fiebre recurrente, diarrea crónica, ganglios linfáticos inflamados, manchas blancas persistentes o lesiones inusuales en la lengua o la boca, fatiga persistente sin causa aparente, debilidad, pérdida de peso y erupciones cutáneas o bultos, son algunos de los signos y síntomas de algunas de estas infecciones.

Se debe consultar al médico tan pronto como sea posible si se cree que puede estar infectado con el VIH o si se corre el riesgo de contraer el virus.

El VIH es una infección de transmisión sexual, aunque también puede ser transmitida por el contacto con sangre infectada o de madre a hijo durante el embarazo, el nacimiento o la lactancia materna. | Foto: Semana

Para contagiarse de VIH, la sangre infectada, el semen o las secreciones vaginales deben ingresar en el cuerpo. De acuerdo con Mayo Clinic, esto puede suceder de varias maneras, descritas por la entidad:

  • Por compartir agujas: Compartir parafernalia de drogas intravenosas contaminadas (agujas y jeringas) pone en alto riesgo a las personas de contraer el VIH y otras enfermedades infecciosas, como la hepatitis.

Mitos

La entidad sin ánimo de lucro afirma que las personas no pueden infectarse con el VIH a través del contacto habitual. Es decir, no se puede contraer VIH o SIDA si se abraza, besa, baila o se le da la mano a alguien que tiene la infección. El VIH no se propaga a través del aire, del agua ni de las picaduras de insectos.