Para nadie es un secreto que tener la glucosa en la sangre, principal fuente de energía del cuerpo, en valores altos, aumenta el riesgo de padecer una enfermedad crónica y metabólica como la diabetes, la cual con el paso del tiempo provoca graves daños en el corazón, los vasos sanguíneos y los riñones.

Esto, por lo general, se da por tener un estilo de vida de poco saludable en el que se abusa del consumo de alimentos o productos cargados de azúcar y grasas dañinas. Además, la falta de actividad física también es un detonante del incremento sin control de la glucosa en la sangre.

“Se denomina azúcar a la sacarosa, también llamado azúcar común o azúcar de mesa. La sacarosa es un disacárido formado por una molécula de glucosa y una de fructosa, que se obtiene principalmente de la caña de azúcar o de la remolacha azucarera. En cambio en ámbitos industriales se usa la palabra azúcar o azúcares para designar los diferentes monosacáridos y disacáridos, que generalmente tienen sabor dulce, aunque por extensión se refiere a todos los hidratos de carbono”, explica el sitio web Química Es.

“El azúcar puede formar caramelo al calentarse por encima de su punto de fusión, especialmente en presencia de compuestos amino (Reacción de Maillard). El azúcar es una importante fuente de calorías en la dieta alimenticia moderna, pero es frecuentemente asociado a calorías vacías, debido a la completa ausencia de vitaminas y minerales”, agrega el sitio.

La alimentación, el peso corporal, la actividad, y el estrés, son algunos factores para tener en cuenta al momento de mantener los niveles de azúcar en la sangre. Foto: GettyImages. | Foto: Gettyimages

Si bien, las consecuencias de tener altos los niveles de azúcar en la sangre están claras, algo similar puede ocurrir cuando la misma glucosa se encuentra por debajo de sus valores adecuados. Cuando caen por debajo de los de los 70 mg/dL se puede decir que esta sustancia está baja.

Cabe mencionar que esto se diferencia en términos, en hipoglucemia e hiperglucemia. La primera de ellas se da cuando los niveles de azúcar en la sangre están por debajo de los rangos establecidos, y la segunda sucede cuando la glucosa sobrepasa los valores saludables.

En sentido, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, los principales síntomas que indican que los niveles de glucosa en la sangre estás por debajo de lo normal son los siguientes:

  • Latidos rápidos.
  • Temblores.
  • Sudor.
  • Nerviosismo o ansiedad.
  • Irritabilidad o confusión.
  • Mareos.
  • Hambre.
Los altos niveles de azúcar en la sangre pueden ser un riesgo para la salud. | Foto: Getty Images/iStockphoto

La misma entidad señala las posibles causas de esto:

  • Administrarse demasiada insulina.
  • No comer suficientes carbohidratos para la cantidad de insulina que se suministra.
  • Los momentos en que se administra la insulina.
  • La cantidad de actividad física que se hace y cuándo se realiza.
  • Tomar demasiado alcohol.
  • La cantidad de grasa, proteínas y fibra en la comida.
  • Tiempo caluroso y húmedo.
  • Cambios inesperados en el horario normal.
  • Pasar tiempo en altitudes altas.
  • Estar pasando por la pubertad.
  • Menstruación.

Es de gran importancia mencionar que los niveles de glucosa o azúcar en la sangre deben estar en valores regulados, es decir, ni altos ni bajos, la consecuencia en ambas situaciones puede ser muy grave. Por eso, la plataforma digital Healthline recomienda algunos alimentos en especial que ayudan a tener regulada esta sustancia en el torrente sanguíneo:

1. Brócoli. “El sulforafano es un tipo de isotiocianato que tiene propiedades para reducir el azúcar en la sangre. Este químico vegetal se produce cuando se pica o mastica el brócoli, debido a la reacción que se produce entre un compuesto de glucosinolato denominado glucorafanina y la enzima mirosinasa, ambos se concentran en el brócoli”, afirma.

El consumo de frutas es determinante para las personas que tienen niveles elevados de glucosa en la sangre. | Foto: Getty Images

2. Nueces. Las nueces son algunos de los frutos secos más comunes. Al ser bajos en carbohidratos son buenos para regular el azúcar o glucosa en la sangre.