El desgaste de cartílago en la rodilla o artrosis de rodilla, es una enfermedad degenerativa, que se presenta con mayor frecuencia en personas de una edad avanzada.

No obstante, esta degeneración también se puede dar en personas jóvenes debido a las lesiones previas en la rodilla. La razón se debe a que el cartílago se desgasta gradualmente disminuyendo la protección de los huesos.

Cabe mencionar que la rodilla es una de las articulaciones del esqueleto humano en donde constantemente se desarrolla la artrosis y es porque la rodilla es una articulación “de carga”, es decir, esta debe soportar el peso del cuerpo.

Asimismo, la artrosis de rodilla, por lo general, se desarrolla lentamente y la progresión de dolor suele seguir la misma progresión, aunque también se puede dar por descompensaciones espontáneas.

En algunas ocasiones, el desgaste de cartílago, se genera por las lesiones previas de la rodilla tanto ligamentosas como meniscales o del mismo cartílago, acelerando el proceso de los síntomas.

¿Cuáles son los síntomas?

El principal síntoma de la artrosis de rodilla es el dolor. En un principio, el dolor es muy leve y sólo aparece cuando se ha realizado una actividad física y cede rápidamente con el reposo.

Sin embargo, cuando la enfermedad se ha establecido, es normal que se note mayores molestias cuando se comience a caminar. Asimismo, al dolor se le agrega una sensación de rigidez y de dificultad para flexionar y extender la pierna. Otro síntoma es cuando se da una sensación de chasquido, el cual se produce al flexionar la rodilla.

De igual forma, el dolor el dolor de rodilla es mayor cuando se sube y se baja escaleras o cuando se pone en cuclillas, además, con un esfuerzo físico mayor del habitual el dolor se reagudiza.

Los síntomas más habituales son:

  • Dolor en la rodilla.
  • Fallo de la pierna al cargar en ella.
  • Inflamación de la articulación.
  • Rigidez de la articulación.
En ocasiones los dolores de rodilla no son fuerte, pero si pueden ser molestos. Foto: Getty images. | Foto: Foto: Getty images.

En los casos más severos más severos de la enfermedad, se produce una disminución en los movimientos que se puede realizar con la rodilla, por ejemplo, no poder flexionar la rodilla.

Además, pueden aparecer ciertas deformidades de la articulación y alteraciones en la alineación de los huesos. Es normal que se cojee al caminar y que la rodilla se debilite.

Causas de la artrosis de rodilla

La edad donde se puede desarrollar el desgaste del cartílago de la rodilla, se da alrededor de los 50 años, y su progresión es muy lenta. Asimismo, la obesidad puede ser un factor para la artrosis de rodilla, debido a que debe soportar una sobrecarga, el cual genera un desgaste de la articulación.

Es de mencionar que la artrosis es más frecuente en las mujeres que en los hombres, sin embargo, no se sabe cual es motivo principal que se de más en el genero femenino que el masculino.

Medidas preventivas

  • Moverse con frecuencia, alternando con períodos de reposo.
  • Cambios frecuentes de posición de las rodillas, realizando ejercicios suaves, constantes, lentos de movilidad de las mismas, insistiendo en la extensión completa.
  • Utilizar calzado de tacón bajo y contrafuerte firme.
  • En viajes largos de automóvil/avión, levantarse cada 2 horas para mover las piernas, especialmente estirarlas
  • Practicar natación y/o bicicleta sin resistencia. Utilizar colchón firme.
  • Entrar y salir del carro con precaución.

Evitar

  • Subir y bajar escaleras sin necesidad.
  • Calles con mucha pendiente.
  • Estar un rato largo con las rodillas flexionadas.
  • Caminar en exceso, especialmente por terreno irregular.
  • Arrodillarse/ponerse en cuclillas.
  • Cargar pesos.
  • Giros y torsiones con el pie fijo.

¿Cómo se diagnostica la artrosis de rodilla?

El diagnóstico se basa en el interrogatorio que realiza el médico sobre las características de los síntomas, seguido de una exploración de la articulación de la rodilla, con la evolución de los movimientos de la misma.

Finalmente, el diagnóstico se confirma mediante la práctica de una radiografía de las rodillas. Asimismo, los análisis de sangre, son siempre normales en esta enfermedad.